Obligar a enseñar sobre cultura canaria: ¿tiene el Gobierno la pelota en su tejado?

Desde la Fundación Tamaimos defienden que hay que dejar de lado la voluntariedad a la hora de dar contenidos canarios porque estos deben atravesar todo el sistema educativo

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La cultura canaria en las aulas, el eterno debate / AH
La cultura canaria en las aulas, el eterno debate / AH

¿Se enseña suficiente sobre la historia de Canarias en las aulas? La eterna pregunta y el eterno debate que ha vuelto a nacer tras las polémicas declaraciones de Ana Oramas en una mesa redonda y que se viralizaron inmediatamente. “El problema es que el profesorado no tiene puta idea de la identidad y cultura canaria", no dudó en decir la exdiputada nacional de Coalición Canaria. Pero, y en un tema como la educación, poner el foco de la culpa en uno de los numerosos colectivos y profesionales que participan en ella sería algo injusto. 

“Es un tema muy complejo, y como suele suceder con los temas complejos, hay muchas causas y muchos actores involucrados”, comienza José Miguel Martín, presidente de la Fundación Tamaimos y docente. “Es difícil focalizar en uno solo, pero si yo tuviera que elegir uno, pondría el acento en la administración”. Para Martín, esta es la que debe tener la iniciativa porque es también la que cuenta con los recursos para ser líder. “Esto no es por quitar la responsabilidad a los demás actores porque creo que los profesores también la tenemos, las familias, los medios de comunicación…”. 

Conciencia de pueblo

“La educación es una herramienta importantísima para crear conciencia de pueblo”, continúa. Todas las comunidades autónomas tienen un porcentaje fijado de contenidos que, actualmente, se encuentra en el 40% —salvo las que tienen una lengua propia que tienen el 50%—. “Un 40% no está nada mal, es un buen punto de partida”, manifiesta el presidente de la Fundación Tamaimos, “pero el problema es que me da la impresión de que la administración no es capaz de transmitir ese liderazgo sobre una cuestión que debería ser una necesidad”. 

Martín habla de aprendizajes significativos cuando se le pregunta sobre los contenidos canarios en las aulas y lo define como que “la educación tiene que partir del contexto del propio alumnado, no puede ser una educación descontextualizada”. 

El contexto importa

Para la Consejería “es más fácil importar los currículos que ya dan desde Madrid, los libros de texto y no hacer ver y concienciar al profesorado —que también tiene parte de responsabilidad— en esa necesidad de 'canarizar' su práctica”. El propio docente habla, entonces, de autocrítica porque “cada profesor debe preguntarse a sí mismo si su trabajo está enraizado en el contexto del alumnado, que es Canarias, o se limita a repetir los contenidos que alguien de Madrid puso en un libro que no está adaptado al Archipiélago”. 

Pero esto no es solo cuestión del profesorado. “Cuando no hay liderazgo por parte de la administración, el docente no percibe que esté obligado a ‘canarizar’ su práctica docente, sino que suelta el rollo de la asignatura que sea y las cosas de Canarias ocupan un lugar mínimo”. 

Programa de contenidos canarios

Los contenidos canarios en las aulas, con sus más y sus menos, tuvieron una época de esplendor gracias al programa de contenidos canarios. Este desapareció en 2008, terminó cuando Milagros Luis Brito, consejera de Educación con Coalición Canaria lo “liquidó”. Después de este, “no ha vuelto a haber nada ni remotamente parecido”, se lamenta Martín. Si existe lo que se conoce como Programa Innovas que tiene siete ejes y uno de ellos es el del patrimonio social, cultural e histórico de Canarias. 

“También hay asignaturas optativas en segundo y primero de Bachillerato, pero si no se ofertan y no se busca alumnado, esas asignaturas decaen”, puntualiza el docente. “Hay alumnado que puede terminar perfectamente la secundaria sin recibir contenido de Canarias más allá de niveles anecdóticos que no salen del Día de Canarias”. 

Desde la propia Fundación Tamaimos quieren reunirse con el consejero de Educación, Poli Suárez, porque “creemos que hay que pasar del voluntarismo a que la canariedad atraviese todo el sistema educativo para que podamos garantizar el aprendizaje significativo”, concluye José Miguel Martín.