En Canarias se habla un español único, plagado de las influencias que los navegantes europeos -entre ellos portugueses, ingleses, genoveses y holandeses- dejaron a su paso por las islas, además de las palabras que han sobrevivido desde las lenguas aborígenes y, por supuesto, el intercambio de ida y vuelta con América en incontables viajes con escala en el archipiélago.
Al fin y al cabo un idioma tan solo es un acuerdo entre personas para entenderse mediante un código y, sobre esa base, los hablantes van modelando los significantes -hablados o escritos- que corresponden a cada significado. Pero al mismo tiempo las comunidades van adoptando una serie de hábitos, unidades mínimas de expresión que ni siquiera pueden considerarse palabras pero son usadas y comprendidas en su contexto.
No lo busques en el diccionario
A pesar de los encomiables esfuerzos de obras como Diccionario histórico etimológico del habla canaria de Marcial Morera, el Diccionario histórico del español de Canarias de la RAE o el glosario de la Academia Canaria de la Lengua, los hablantes siempre van por delante de quienes se embarcan en la misión de recoger por escrito toda la variedad de términos que se utilizan para comunicarse.
De hecho algunos de ellos ni siquiera tienen categoría de palabras, ya que son más bien una suerte de onomatopeyas que, sin embargo, portan un significado compartido por una amplia comunidad de hablantes. A veces tan solo una sílaba, acompañada por el pertinente lenguaje corporal, es suficiente para expresar un estado de ánimo, un veredicto, una predisposición o una actitud.
Así, en contextos de euforia, emoción o satisfacción un canario puede comprimir toda su alegría exclamando apenas unas letras: ¡OSSS!. Esta expresión puede llegar como un suspiro de satisfacción después de hartarse de comer, por ejemplo, en un guachinche (¡Osss me supo! con la mano en estómago), así como después de cualquier experiencia placentera, si bien también vale para la ilusión por lo que vendrá (¡Osss, ya en breve tenemos los carnavales! mientras se frota las manos).
Tan popular es este modismo que incluso una marca de ropa lo ha adoptado como nombre comercial y, en su página web, lo definen como una expresión canaria que se utiliza para la admiración, placer o satisfacción por un hecho.
Tan solo una letra
Esta expresión se pronuncia alto y claro, sale de dentro, no puede fingirse. Por eso quienes no tengan interiorizada el habla propia de este rincón del Atlántico deben andarse con cuidado a la hora de interpretarla ya que, tan solo con cambiar una letra, esta popular modismo puede tener significado contrario.
En este sentido, la expresión ¡FOS! se utiliza para expresar asco, generalmente cuando se detecta un fuerte mal olor mientras otras como !CHOS¡ o ¡ÑO! muestran distintos grados de sorpresa. Prueba de la popularidad de estas expresiones es la exitosa campaña publicitaria que la cadena de supermercados canaria Hiperdino difundió hace casi dos décadas basándose uno de estos populares modismos.