Pesadilla en el Imserso: de viaje al paraíso canario a denuncia colectiva de unos jubilados de León

Una serie de infortunios convirtió lo que podría haber sido el viaje de sus vidas en ganas de regresar a León para dejar atrás una semana de auténtica pesadilla

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Imagen de dos jubilados paseando por la playa / AH
Imagen de dos jubilados paseando por la playa / AH

El viaje al paraíso de unos jubilados leoneses se ha convertido en una auténtica pesadilla. Un radiante 16 de febrero un grupo de 58 personas tomaban rumbo hacia Gran Canaria, donde les esperaba una semana llena de actividades y turismo coordinado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). 

Una serie de infortunios convirtió lo que podría haber sido el viaje de sus vidas en ganas de regresar a León para dejar atrás una semana de auténtica pesadilla. 

Poco y mal 

El hotel que la organización escogió para el grupo no se adaptaba al grupo, entre el que había personas con movilidad reducida que tenían que enfrentarse día tras día a una inmensa cuesta para llegar al hotel situado en Montaña Clara, Puerto Rico. 

La humedad del lugar convertía la pendiente en una pista de patinaje y uno de los turistas resbaló, teniendo que recibir atención médica y tres puntos de sutura. 

En el primer hotel donde se hospedaron resaltaron la falta de comida y de servicios como transporte público o incluso taxis. En el segundo hotel donde se hospedaron tampoco consiguieron acomodarse, el agua para ducharse estaba siempre fría y había escasez de alimentos como leche o aceite. La comida, según relatan los jubilados, estaba muy mala y las cenas eran a base de alimentos que sobraban en los almuerzos, tal y como publica leonoticias.

De regreso a casa 

Al regresar a León, muchos de ellos se vieron en vuelos con escalas a Madrid, por lo que viajaron durante más de ocho horas antes de llegar de nuevo a León. 

Además, como los vuelos estaban programados a las 8:00 de la mañana, muchos de ellos tuvieron problemas con la medicación al salir del hotel a las 5:30 de la madrugada. Lo que debería de haber sido un viaje al paraíso canario acabó en una reclamación por parte del grupo de jubilados por no adecuar los estándares a unos mínimos. 

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