“La brisa perfecta puede ser más refrescante que un aire acondicionado y, además, es completamente natural”. Así lo asegura Jim NR Dale, fundador de los British Weather Services, en declaraciones recogidas por National Geographic. El prestigioso medio ha difundido un estudio que establece una fórmula científica para determinar qué lugares del planeta ofrecen esa corriente de aire ideal que acaricia la piel, equilibra la temperatura y convierte un paseo en una experiencia única y obviamente, Canarias se ha colado en el ranking.
El informe, elaborado por AllClear Travel Insurance y citado por National Geographic, analizó un centenar de destinos en todo el mundo. La investigación combinó datos de temperatura, humedad, dirección y velocidad del viento, dando como resultado una lista con los enclaves donde la brisa alcanza su punto perfecto. Y entre ellos, un municipio canario ha logrado colarse en el top mundial, siendo el primer representante español en la clasificación.
La fórmula de la brisa perfecta
El estudio explica que en zonas costeras la brisa ideal se da cuando la temperatura oscila entre los 23 y 29 grados, la velocidad del viento está entre 16 y 24 km/h y la humedad ronda el 65-70%. Además, el aire debe proceder del mar, lo que garantiza un efecto refrescante constante.
En palabras del propio Dale, “cualquier velocidad superior a los 32 km/h produce una sensación molesta, y por debajo de los 16 km/h es demasiado débil”. También advierte que los niveles altos de humedad pueden hacer que el cuerpo tenga que esforzarse mucho más para refrescarse. Por eso, cuando los elementos se alinean, la experiencia se convierte en un lujo natural difícil de igualar.
Puerto de la Cruz, el elegido
Ese enclave no es otro que Puerto de la Cruz, en Tenerife, que aparece en la cuarta posición del ranking internacional con una puntuación de 88,3 sobre 100. Lo que en su día fue un pequeño pueblo pesquero se ha convertido en uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Canarias, gracias a un clima privilegiado que ha cautivado a visitantes durante más de un siglo.
El ranking lo describe como un lugar de costa escarpada, playas de arena negra y un vibrante paseo marítimo, en el que los edificios de colores y las palmeras enmarcan un escenario ideal para disfrutar de esa brisa inigualable.
Un lugar con historia y encanto
Puerto de la Cruz fue señalado ya en el siglo XIX por la Sociedad Médica Británica como un destino ideal para el descanso y la salud. Desde entonces, ha acogido a personalidades como Agatha Christie o William Wilde, y hoy conserva un casco histórico protegido con joyas arquitectónicas como la Casa de la Aduana, la plaza del Charco o la iglesia de la Peña de Francia.
Más allá de la historia, el municipio presume de rincones llenos de vida. En el barrio de La Ranilla, aún llegan barquitas con pescado fresco al muelle pesquero, mientras que en San Telmo se mezclan las olas rompiendo contra la costa con las vistas del Lago Martiánez, obra de César Manrique.
Naturaleza y cultura únicas
El atractivo de Puerto de la Cruz no se limita a su litoral. En el interior, el Jardín de Aclimatación de La Orotava, el más antiguo del archipiélago, reúne especies de todo el mundo y confirma su papel como referente botánico. Desde el Mirador de la Paz, frente a la ermita de San Amaro, la panorámica del valle y la ciudad se convierte en una postal imborrable.
La localidad también ofrece un rico patrimonio cultural con la presencia de templos históricos, como los de San Francisco y la Peña de Francia, además de los cementerios e iglesia anglicanos, que reflejan la influencia británica en la ciudad.
Un destino con sello propio
Con su clima suave, sus playas de arena negra y una tradición turística que lo convierte en pionero en Canarias, Puerto de la Cruz ha logrado algo único: convertir el aire que se respira en un reclamo mundial.
Esa brisa perfecta, reconocida ahora por National Geographic, no es solo un fenómeno meteorológico, sino también un motivo más para descubrir este rincón del norte de Tenerife.
