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Sociedad

¿Qué indican las matrículas azules que causan discordia entre los taxistas?

Taxistas de la capital tinerfeña analizan para AtlánticoHoy la utilidad de las nuevas placas traseras, que sustituirán a las de toda la vida antes de un año

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Cada vez se distinguen más vehículos en nuestras vías con placas de matrícula azules con letras blancas en la parte posterior del coche, que van sustituyendo, poco a poco, a las de toda la vida. No todos los vehículos motorizados tendrán que llevarlas. Solo los taxis y VTC (vehículos de transporte con conductor). Entonces, ¿qué indica exactamente esta diferenciación por el color? 

Es una de las novedades incluidas dentro del Reglamento General de Vehículos, modificado por una orden del Gobierno publicada a finales de julio en el BOE, que estipula que la placa posterior de los coches utilizados para trasladar pasajeros será de color azul. Su objetivo: luchar contra el intrusismo. 

Con esta medida, a partir de ahora los vehículos ilegales lo tendrán más difícil para circular y se expondrán a sanciones mucho mayores, todo en un intento de luchar contra este servicio sin regular que genera importantes daños económicos a los taxistas así como riesgo social, pues afecta la seguridad de todos los usuarios.  

Y ahí se encuentra, precisamente, el origen del rechazo a esta medida por parte del colectivo de taxistas, que se pregunta si a quienes habría que diferenciar con matrículas o señales diferenciadoras sería precisamente a los vehículos de alquiler con conductor, pues ellos, los taxis, no podrían tener más motivos identificativos ni superar más medidas de control. 

De hecho, para muchos de los taxistas de la capital tinerfeña que ya se han acogida a esta exigencia en el reglamento, en que ellos también porten la placa "beneficio no hay ninguno", según comentan al medio digital canario AtlánticoHoy

El taxista José Audón Guerrrero  | AH

Para José Audón Guerrero, taxista con muchos años de experiencia circulando por las calles de la capital tinerfeña, los que han cumplido desde el primer momento con la normativa "somos nosotros los taxistas". Sin embargo, a su juicio siempre es este mismo colectivo el que debe prestarse a todo. "Es que, por lógica, los que tienen que hacerlo son los vehículos del VTC, que son los primeros a los que se les debería haber pedido que pusieran esta matrícula o distintivo. Porque ese es el intrusismo", subraya.

"Sin la matrícula azul, otro coche realizando un servicio de transporte no se identificaría, parecería un vehículo como otro cualquiera, pero a nosotros se nos distingue igual sí o sí, pues para eso cumplimos a rajatabla todos los requisitos que se nos piden para poder ejercer", asegura Audón Guerrero.

Mientras espera a un nuevo cliente para reiniciar su trabajo en la parada reservada para el taxi ubicada en el parque García Sanabria, este conductor chicharerro afirma que esta nueva exigencia es redundante a los ojos de buena parte de sus compañeros de profesión. 

"Nosotros estamos identificados por todos los lados: tenemos el indicador de 1,2,3 arriba, el rótulo amarillo y el obligatorio para todos los taxis, el símbolo distintivo nuestro porque, de lo contrario, no pasas la inspección técnica, así que dime si se nos distingue del vehículo particular o no", critica.

Al respecto, su compañero taxista, siguiente en la cola de espera de clientes, coincide en que a los taxis "se nos diferencia fácilmente a primera vista y sin esfuerzo, no como a ellos". Opina, asimismo, que los que no conducen taxis pero llevan pasajeros no tienen la documentación en regla como la llevan los miembros del sector del taxi, "siempre al día, ni un seguro como el que llevo yo", recuerda.

Lamentan, además, que el cambio de matrícula sea un gasto más que se les exige y se sume a los anteriormente mencionados. "Más de 12 euros, pero encima tienes que ir a que te la pongan, parar de trabajar y, si lo multiplicamos por todos los taxis que hay en España, lo de la matrícula azul es un dineral". "Cada vez que inventan algo nuevo lo abona uno", comenta también su compañero.


Las aseguradoras, un problema añadido
Al respecto, José Odón hizo hincapié en que su taxi "tiene un seguro obligatorio de 50 millones, mientras que los VTC llevan un seguro de coche particular. Si usted se monta en mi taxi está asegurado con 50 millones de euros. Esa sí que es una diferencia", expone. 

Además, rechaza las dificultades para conseguir cumplir con ese requisito obligatorio pues "si yo voy a cualquier empresa de seguros para hacerle una póliza a mi coche me obligan a firmar un seguro de vida, uno de la casa, un seguro dental, porque si no, no te aseguran. No te lo quiere asegurar nadie y al que accede tienes que pagarle lo que te pide.La mayoría del taxi paga una media de mil y pico euros al año. Es muy duro", lamenta.

Taxis con matrículas azules en la capital tinerfeña | AH

Pese a todo lo mencionado, asegura que "no tenemos nada contra otro transporte como el VTC pero queremos que vayamos todos de la misma mano y que todos tengamos las mismas condiciones de trabajo".

"Si mañana yo paro el taxi me cuesta sobre 60 y pico euros sin trabajar, y eso multiplicado por ocho días al mes. ¿Al año? ¿Cuánto he sacado de mi sacrificio, de mi casa, de mi familia pagar esto? Es un oficio muy duro. Los taxistas somos autónomos héroes".  

Poco a poco, una realidad
Aunque para nosotros esta nueva matriculación sea una medida relativamente novedosa y desconocida, lo cierto es que esto ya ocurre en otros países de la Unión Europea como Bélgica, Holanda o Grecia.  

A partir de ahora, tal y como señala la Dirección General de Tráfico (DGT), la placa de matrícula de los taxis y de los vehículos con conductor de hasta nueve plazas tendrán el fondo de la matrícula trasera de color azul con los caracteres en blanco. Sin embargo, la placa de matrícula delantera seguirá siendo de color blanco y los caracteres, de color negro.   

Este cambio es obligatorio para estos vehículos y el plazo para hacerlo efectivo es de un año. En ningún caso se modificará la numeración, según establece la Proposición no de Ley sobre medidas ante el incremento del intrusismo y la piratería en el transporte público de viajeros de vehículos de hasta nueve plazas (2016).

A esta exigencia se le suma la obligatoriedad, en el plazo de dos años, de que todos los vehículos de servicios de urgencia utilicen luces o sirenas azules en lugar de las amarillas o naranjas.