La seguridad en carretera se prepara para una nueva revolución tecnológica. La Dirección General de Tráfico (DGT) ultima la implantación de un dispositivo de control que promete cambiar la forma de vigilar la velocidad en Canarias. Se trata de unos radares móviles que llaman la atención porque, a diferencia de los que conocemos, no estarán fijos en un punto.

El anuncio lo hizo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras analizar los últimos datos de siniestralidad del verano. La propuesta no solo busca reducir accidentes, sino también ofrecer una mayor flexibilidad a la hora de controlar tramos conflictivos.

Qué son los radarescon ruedas

Los llamados radares con ruedas son dispositivos móviles que pueden colocarse sobre un soporte con ruedas y trasladarse con facilidad a los puntos de mayor riesgo. A diferencia de los radares fijos o de los que se instalan en vehículos, estos permiten una mayor capacidad de adaptación a las circunstancias del tráfico.

“Esos radares móviles se dice que son sobre ruedas porque estarán sobre unos dispositivos con ruedas y que pueden ser fácilmente desplazables a los tramos o lugares donde se necesite o se entienda preciso”, explicó Grande-Marlaska en rueda de prensa.

Cómo funcionan

En la práctica, su uso se centrará en zonas de obras y tramos cortos de dos o tres kilómetros, donde se suele exigir una reducción de velocidad para proteger tanto a los conductores como a los trabajadores. Al colocarse de forma rápida y visible, se convierten en una herramienta eficaz de disuasión.

El ministro recordó que Francia ya cuenta con más de un centenar de estos radares, que se utilizan con éxito para “controlar los tramos de riesgo”. El modelo francés servirá de referencia a España, y en los próximos días el director general de Tráfico, Pepe Navarro, viajará al país vecino para conocer de primera mano cómo operan.

Cuándo llegarán a España

La previsión es que los radares con ruedas se implanten en 2026, con una fase inicial que abarcará autopistas, carreteras secundarias y los puntos más conflictivos de la red viaria. “Nuestro propósito es implantarlos el año que viene”, subrayó Marlaska.

Aunque la DGT aún no ha concretado el calendario exacto, el ministro insistió en que el proyecto está en marcha y que el objetivo es reducir de forma significativa las cifras de accidentes en tramos peligrosos.

Y en Canarias, ¿qué ocurrirá?

La gran incógnita es cuándo se verán estos dispositivos en el Archipiélago. Canarias suele estar incluida en los despliegues nacionales de la DGT, aunque a menudo en fases posteriores. Los radares con ruedas llegarán también a las islas, donde se espera que se ubiquen en carreteras secundarias con alta siniestralidad y en zonas de obras que concentran mayor tráfico.

Con esta medida, la DGT busca reforzar la vigilancia en puntos sensibles y, sobre todo, concienciar a los conductores de que la seguridad en carretera es un asunto de todos.