Las celebraciones navideñas traen consigo reuniones familiares, mesas llenas y hogares iluminados, pero también un aumento de los accidentes domésticos. En Canarias, uno de los más frecuentes durante estas fechas son las quemaduras, una situación que cada año moviliza recursos sanitarios y que, en muchos casos, podría evitarse con medidas básicas de prevención.
Ante este escenario, el Servicio de Urgencias Canario (SUC) ha vuelto a insistir en la importancia de extremar la precaución durante las fiestas, recordando que una actuación rápida y correcta puede marcar la diferencia hasta la llegada de la asistencia sanitaria.
Riesgos más habituales
Los coordinadores sanitarios del SUC señalan que la mayoría de las quemaduras se producen en el ámbito doméstico, especialmente en la cocina. La preparación de comidas y cenas navideñas, con hornos, líquidos hirviendo y aceite caliente, incrementa el riesgo de accidentes, sobre todo cuando se cocina con prisas o distracciones.
Otro foco habitual está relacionado con la iluminación navideña. El uso inadecuado de luces decorativas, enchufes sobrecargados o instalaciones en mal estado puede provocar cortocircuitos e incluso incendios en el hogar.
Material pirotécnico
Durante estas fechas también se registran quemaduras derivadas del uso de artículos pirotécnicos de pequeño tamaño, como petardos o bengalas. El SUC alerta especialmente sobre su manipulación por menores, ya sea sin supervisión adulta o cuando estos productos se almacenan en lugares inadecuados, con el riesgo de que se activen de forma accidental.
Desde el servicio de emergencias recuerdan que este tipo de accidentes puede generar lesiones importantes en manos, cara y ojos, incluso cuando se trata de material aparentemente inofensivo.
La prevención, clave
Los profesionales sanitarios insisten en que la prevención es la herramienta más eficaz para reducir este tipo de incidentes. Mantener la atención en la cocina, revisar el estado de las luces navideñas, evitar enchufes múltiples y no permitir que los menores manipulen material pirotécnico son medidas sencillas que pueden evitar situaciones graves.
En caso de accidente, el SUC recomienda avisar de inmediato al 112, donde un coordinador sanitario puede indicar cómo actuar mientras se desplazan los recursos necesarios.
Tipos de quemaduras
Las quemaduras se clasifican en función de su origen. Las quemaduras térmicas son las más frecuentes y se producen por contacto con fuego, objetos calientes o líquidos hirviendo. Las quemaduras químicas aparecen tras el contacto con sustancias corrosivas, como ácidos, y las eléctricas están provocadas por el paso de corriente eléctrica.
La gravedad dependerá de factores como la profundidad, la extensión y la zona del cuerpo afectada, por lo que todas requieren atención y valoración médica.
Primeros auxilios térmicos
Ante una quemadura térmica, lo primero es retirar a la persona afectada de la fuente de calor o del humo, siempre que sea posible. Si la lesión se ha producido por un objeto o líquido caliente, se debe aplicar abundante agua fría sobre la zona durante 10 a 15 minutos. Después, conviene cubrir la quemadura con una gasa estéril húmeda y retirar, si se puede sin dificultad, anillos, relojes o pulseras cercanas a la lesión, ya que la inflamación podría dificultar su retirada posterior. Si esto no es posible, deberá hacerlo personal especializado.
El SUC recuerda que no se deben aplicar cremas, pomadas ni remedios caseros, ni pinchar las ampollas que puedan aparecer. Estas prácticas pueden agravar la lesión y aumentar el riesgo de infección. Si tras los primeros auxilios se observa cualquier signo de gravedad, es fundamental esperar a la llegada de los servicios sanitarios.
Actuación en incendios
En caso de incendio doméstico, además de avisar al 112 para la intervención de los bomberos, se aconseja cubrir nariz y boca con una toalla o prenda húmeda, para reducir la inhalación de humo.
Si una persona se ve afectada directamente por las llamas, hay que impedir que corra, cubrirla con una manta o hacerla rodar por el suelo para sofocar el fuego.
Quemaduras eléctricas
Las quemaduras eléctricas requieren una atención especial. Antes de tocar a la persona afectada, es imprescindible desconectar la corriente. Si no es posible, se debe utilizar un objeto no conductor, como madera, para separarla de la fuente eléctrica.
Tras ello, hay que alertar de inmediato al 112, ya que este tipo de quemaduras puede provocar lesiones internas, arritmias e incluso una parada cardiorrespiratoria, aunque la lesión externa parezca leve.
Casos graves
En situaciones de quemaduras graves, no se debe dar de beber a la persona afectada. Como máximo, se pueden humedecer los labios. Tampoco se debe retirar la ropa si está adherida a la piel, salvo que esté impregnada de una sustancia caliente o cáustica.
Desde el SUC subrayan que una actuación adecuada en los primeros minutos es fundamental para minimizar daños y facilitar la posterior atención sanitaria.
