Cuando en 2022 el Servicio Canario de la Salud puso en marcha un proyecto piloto para incorporar fisioterapeutas en los centros de salud, se abrió una puerta largamente esperada por el sector: la posibilidad de intervenir desde la Atención Primaria, en contacto directo con el médico de familia y con los pacientes del día a día. Tres años después, la figura del fisioterapeuta sigue sin estar presente en más de la mitad de las zonas básicas de salud del archipiélago.

Mientras que en islas como Fuerteventura o Lanzarote el modelo ha avanzado con decisión, en otras como La Palma o La Gomera la cobertura es nula, y en Gran Canaria apenas se ha desplegado en un 27 % de sus centros. La disparidad preocupa, y por eso la plataforma Fisioterapeutas Unidos de Canarias (FUC) ha decidido alzar la voz. Su principal reivindicación: que se termine lo que se empezó.

“No se ha priorizado”

“La consulta de fisioterapia +AP permite actuar de forma precoz sobre muchas dolencias comunes, reducir las listas de espera y evitar el uso innecesario de medicamentos o pruebas costosas”, explica Laura Batista, portavoz del colectivo FUC. “El problema es que el despliegue se ha quedado a medias y ahora hay centros donde el modelo funciona y otros donde directamente no existe. Eso es desigual y no tiene justificación”.

El sistema, según detalla Batista, permite que los fisioterapeutas asuman directamente pacientes derivados por el médico de familia del mismo centro. Se trata de dolencias musculoesqueléticas (lumbalgias, esguinces, cervicalgias), respiratorias o vinculadas al postparto, que suelen terminar cronificándose si no se tratan a tiempo. “El paciente se medica, no mejora y el médico no puede hacer mucho más si no tiene a quién derivar. A veces se eternizan las bajas, otras el paciente acaba pagando una consulta privada. Y todo eso podría evitarse”, asegura.

Atención sin grandes recursos

El modelo que defienden los fisioterapeutas no necesita grandes espacios ni maquinaria compleja. “Nos basta con una consulta como la de medicina o enfermería. Lo importante es tener tiempo para asesorar, enseñar ejercicios, educar al paciente”, señala Batista. A eso se suma una parte comunitaria que consideran esencial: charlas, talleres y acciones de prevención en la comunidad.

“Es la parte más bonita y a la vez más útil del modelo: dar herramientas a la gente antes de que llegue la lesión. Charlas sobre higiene postural, menopausia, suelo pélvico, incluso en colegios. Pero eso solo lo podemos hacer si estamos integrados en el centro de salud y tenemos una agenda propia”.

Modelos en otras regiones

La propuesta, aseguran, no es nueva ni exclusiva de Canarias. Comunidades como Galicia, Andalucía, País Vasco o Cataluña han desarrollado iniciativas similares, algunas con acceso directo del paciente al fisioterapeuta, sin pasar por el médico. “Nosotros no pedimos eso todavía. Lo primero es que exista la figura del fisio en todas las zonas. Luego, si el modelo crece, se podrá plantear dar ese paso”, dice Batista.

En cuanto a los recursos, creen que el objetivo fijado por el Parlamento de Canarias esta semana —implantar el modelo en todas las zonas básicas de salud en un plazo de cinco años— es razonable y alcanzable. “No se trata de contratar 80 fisioterapeutas de golpe. Hay fórmulas para hacerlo escalonadamente y adaptado a cada zona. Lo que pedimos es voluntad política y planificación”, apunta.

Lo mínimo que piden

Para que la consulta funcione de verdad, desde FUC reclaman formación específica para los profesionales, dotación mínima de material, coordinación con el resto del equipo y espacios adecuados. “No pedimos nada imposible. La mayoría del trabajo es educación terapéutica, asesoramiento y ejercicio. No se trata de una consulta pasiva con máquinas, sino de empoderar al paciente”, recalca.

También exigen equidad territorial: que el acceso a este servicio no dependa del código postal. “La salud pública no puede funcionar por islas de interés. No tiene sentido que en una zona sí haya fisio y en otra no, y menos cuando los resultados del modelo son buenos”.

Un paso necesario

La reciente aprobación por unanimidad en el Parlamento de la Proposición No de Ley (PNL) impulsada por Nueva Canarias ha sido un primer paso que el sector celebra, pero no da por suficiente. En ella se recoge que en cinco años todas las zonas básicas de salud deberán contar con una consulta de fisioterapia como parte estructural de la Atención Primaria.

“La PNL es importante porque pone el foco en el tema, pero ahora hace falta cumplirla. No queremos que esto se quede en un gesto político sin continuidad”, advierte Batista.

Desde FUC insisten en que su objetivo no es corporativo, sino de justicia social: “Este modelo ahorra dinero, mejora la salud de la población y descongestiona el sistema. Pero, sobre todo, garantiza que todos y todas, vivan donde vivan, tengan el mismo derecho a una atención digna y completa”.