La realidad de los trastornos de la conducta alimentaria: crecen cada vez más a edades menos comunes

Actualmente han aumentado los casos en rangos de edad por debajo de los 12 años y después de los 30 hasta llegar incluso a los 60 años

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Imagen alusiva a una mujer en estado de desesperación. / ULRIKE MAI - PIXABAY
Imagen alusiva a una mujer en estado de desesperación. / ULRIKE MAI - PIXABAY

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) afectan a más de 400.000 personas en España, y tras la pandemia han crecido de forma llamativa sobre todo en mujeres. Ya no solo se da en las edades habituales --entre 12 y 30 años--, ahora también hay casos que comienzan antes y después de esas edades, hasta llegar incluso a los 60 años. 

El Gobierno de Canarias recoge los TCA como patologías de salud mental caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión continua por el control de peso, adquiriendo una gran relevancia sociosanitaria en los últimos años. 

En base a los datos recopilados del Registro de Casos Psiquiátricos de Canarias (RECAP) del Servicio Canario de la Salud en 2021, se atendieron 942 personas con algún diagnóstico de TCA, que generaron 5.812 consultas. Por diagnósticos específicos, fueron atendidas 170 personas con diagnóstico de Anorexia Nerviosa representando un 21% del total y 131 por Bulimia Nerviosa con un 16% del total. 

El rango de edad se amplía

Aproximadamente, entre el 4,1% y el 6,4% de las personas con trastorno de la conducta alimentaria comprenden las edades de entre los 12 y 21 años. Nieves Santolaria, psicóloga del Ilustre Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife y de la Asociacion Alabente, explica a Atlántico Hoy que, debido a que se está adelantando la preadolescencia, han comenzado a ver casos que empiezan más temprano que antes. "Hemos llegado a atender a niños de 8 años", asegura. 

En este sentido, Santolaria afirma que antes "casi todo el mundo" empezaba con estos trastornos entre los 12 y los 14 años hasta los 30, pero actualmente el rango ha crecido tanto a edades menores como mayores. "Tenemos muchos casos antes de los 12 años y también más allá de los 30, de los 40, e incluso de los 60 años". El trastorno, explica la psicóloga, llega ahora "a todas las edades" cuando anteriormente "estaba muy definido en la adolescencia y la juventud". 

"La exposición a las redes sociales en la pandemia hizo que muchas personas se compararan con otras"

El género también está muy presente en estas estadísticas, ya que de 10 chicas, hay solo un chico que lo padece. La exposición a las redes sociales se posiciona como una de las causas más evidentes de los trastornos, con usos que se duplicaron en la época de confinamiento y tras la pandemia. "Uno de los criterios por los que se consideró que se duplicaba fue porque los adolescentes pasaron de estar expuestos a las redes sociales dos horas al día a estarlo ocho. El problema es que se comparan con vidas que aparentan ser perfectas, veían vídeos de deporte o sobre cómo tener un cuerpo fitness a través de cierta alimentación". 

Santolaria insiste en que las redes sociales mal usadas son un potenciador de trastornos de la conducta alimentaria. "Generan percepción y comparación, eso hace que baje la autoestima de la persona y le lleve a querer ser alguien que no es porque no se gusta. Aquí hay muchas posibilidades de desarrollar un trastorno". ¿Qué recomienda? La psicóloga habla de la importancia de poder evitarlo o tenerlo más controlado. Recomienda así una alimentación saludable fuera de "tanta dieta y tanto estereotipo" junto a trabajar la autoestima. 

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