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Imagen de una técnica tradicional para retener el agua en Canarias, conocida como gavia

Recuperar cultivos tradicionales para salvar a Canarias de los climas extremos

Fénix Canarias propone aprovechar las técnicas agrícolas tradicionales de Canarias para la recuperación de ecosistemas y la lucha contra la desertificación

Si una ya no sabe si coger la chaqueta al salir entre las borrascas y las olas de calor en Canarias, el impacto en los ecosistemas está siendo mucho mayor. En solo este mes de enero, las Islas han experimentado la llegada de la borrasca Garoé, una DANA y, de última, la borrasca Ivo. 

Estos fenómenos meteorológicos extremos están dejando un impacto notable en el archipiélago, con imágenes de ríos de agua y tierra corriendo por algunas zonas de islas como Fuerteventura y Lanzarote. 

Y por mucho que se diga que la lluvia es buena para las papas, estas lluvias intensas, lejos de ser beneficiosas en todos los casos, pueden provocar pérdidas significativas de suelo fértil y agua, que terminan arrastradas hasta el mar por la fuerza, según indica la organización Fénix Canarias, que propone la restauración de sistemas agrícolas tradicionales como una solución viable.

Erosión del suelo

Víctor de León, biólogo de Fénix Canarias, explica que el problema no es sólo el aumento de las precipitaciones, sino los bruscos cambios entre sequías prolongadas y lluvias torrenciales. "El suelo se compacta e impermeabiliza con la sequía, perdiendo la materia vegetal que retiene el agua. Cuando finalmente llueve, el suelo no es capaz de absorberla, y las lluvias torrenciales erosionan aún más un terreno ya degradado. En lugar de que el agua nutra los ecosistemas o los cultivos, se pierde por los barrancos, arrastrando consigo la capa más rica en nutrientes". 

El cambio en los patrones de precipitaciones también afecta a la flora y fauna del archipiélago. "En el Parque Nacional del Teide, por ejemplo, los estudios de fenología muestran que especies como el tajinaste están desplazando su floración hasta un mes debido a las lluvias tardías", señala De León. 

Este desajuste también repercute en polinizadores como abejas y mariposas, cuyos ciclos vitales pueden verse alterados, afectando la reproducción de las plantas y, en consecuencia, a todo el ecosistema.

Fajinas para contención del suelo tras el incendio en Tenerife / FÉNIX CANARIAS

Cultivos tradicionales

A pesar de este panorama preocupante, técnicas de cultivo tradicionales utilizadas en Canarias podrían ofrecer una solución viable para frenar la erosión y mejorar la retención de agua. La organización apuesta por recuperar las gavias, los enarenados y los nateros, estructuras diseñadas históricamente para optimizar el aprovechamiento del agua.

En Fuerteventura y Lanzarote, por ejemplo, muchas parcelas con enarenados abandonados han demostrado ser resistentes a la erosión, manteniendo el suelo intacto en contraste con las zonas alrededor muy deterioradas. "El rofe o picón que cubre estos cultivos evita el impacto directo de la lluvia sobre el suelo, permitiendo una absorción más gradual del agua y evitando su arrastre", explica el biólogo.

Adaptados a cada isla

Desde el Proyecto HERMINE de Fénix Canarias se han identificado diferentes soluciones basadas en la naturaleza para restaurar suelos degradados y optimizar la gestión del agua. “Podemos aprovechar estas infraestructuras preexistentes no solo para cultivos, sino para recuperar la biodiversidad y mejorar la retención de agua", apunta De León. 

En zonas como Gran Canaria o Tenerife, donde no existen tantas estructuras tradicionales de aprovechamiento hídrico, se pueden implementar medidas adaptadas al paisaje, como la construcción de albarradas o fajinas para frenar la erosión. "Lo importante es reducir la velocidad del agua, suavizando el impacto e impidiendo que se forme erosión, y aprovechar esa agua para lo que sea”

Algunos ejemplos de Soluciones Basadas en la Naturaleza son las fajinas que se usaron para frenar la erosión de los suelos afectados por el Incendio de Tenerife de 2023, los captadores de niebla que permiten obtener agua a través del paso de las nubes o los gaviones, estructuras de contención para estabilizar terrenos, canalizar el agua y controlar la erosión.

Cultivo de viña en enarenados / FÉNIX CANARIAS

Lanzarote y Fuerteventura

La asociación quiere abordarlo desde diferentes perspectivas, “un poco dependiendo de la isla”, y “estar en todas partes”. Por ahora están comenzando en Lanzarote y Fuerteventura, donde “estamos 100% seguros de que el proyecto tiene que pasar por contar con las administraciones para aprovechar estas gavias, enarenados, nateros abandonados, que en su momento sirvieron para aprovechar cada gota de agua, y restaurarlos”. 

“Es un esfuerzo mínimo, algo que ya está construido y vamos a recuperarlo, no con un fin económico productivo, que puede ser más o menos rentable, sino para restaurar ecosistemas. Estas técnicas de toda la vida tienen un potencial enorme y se pueden modernizar”, cuenta De León. Ese es el objetivo de este proyecto de Fénix Canarias, “probar que tiene un potencial enorme y que está funcionando”.  

El proyecto Hermine

La Asociación Canaria de Educación Forestal Fénix, también conocida como Fénix Canarias (@fenixcanarias en redes sociales) es una organización sin ánimo de lucro compuesta por profesionales con vocación forestal. Se especializa en la divulgación y realización de proyectos forestales, integrando innovaciones tecnológicas para dar a conocer y conservar el patrimonio natural de las islas. 

El proyecto HERMINE cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030).