Inaugurada hace más de 30 años, su existencia se presume fundamental en La Gomera. Durante el curso 2017-2018 ha sido la segunda casa de 100 estudiantes procedentes de San Sebastián, Valle Gran Rey, Vallehermoso y Alajeró, que cursaron ESO, Bachillerato, FP Básica y Ciclos Formativos, y sirve como trampolín para aquellos jóvenes que desean adentrarse en los estudios universitarios. Además, es fundamental para aquellos alumnos que desean continuar estudiando al finalizar la ESO y no cuentan con un centro educativo en su localidad de residencia.
“La dirección del centro es un trabajo muy bonito. El contacto con el alumnado es continuo y siempre he intentado que me vean una persona cercana. No sólo los estudiantes, sino también el resto del personal”, comentó Nieves Morales, directora de la Residencia Escolar Mixta de La Gomera. “Muchas veces soy amiga, hermana, madre, prima… y otras soy la directora”, añadió.
En muchas ocasiones no es fácil asimilar que la Residencia Escolar será el nuevo hogar durante el curso escolar: “por eso intentamos que el alumnado se sienta como en casa, que formemos una gran familia y que compartamos muchísimas cosas”, dijo la directora.
A las 7 de la mañana comienza la jornada en la Residencia Escolar de La Gomera: “Todo lo tenemos programado con antelación, pero siempre surgen inconvenientes que resolvemos sobre la marcha. Lo más importante es que el alumnado se sienta cómodo, que tengan unas condiciones de vida adecuadas para que puedan rendir en los estudios. Y por eso el trato personal es fundamental”, indicó Nieves Morales, quien añadió que “contamos con personal docente y no docente. Al margen del profesorado también contamos con auxiliares educativos, cuidador nocturno, cocineras, ayudante de cocina, servicio doméstico, limpiadoras, guarda-mantenimiento y subalterno. Sin ellos, el centro no funcionaría. Tenemos un equipo humano increíble, cuyo objetivo principal es el bienestar de los alumnos”.
Otra de las peculiaridades de la Residencia Escolar Mixta de La Gomera es su prodigioso aroma a comida casera, esas elaboraciones propias de la isla que, por mucho empeño, son imposibles de reproducir fuera de allí. Es una de las primeras sensaciones que percibe el alumnado cuando cruza la puerta que asoma a la Avenida José Aguilar. Es la línea que marca la dirección del centro, una prestación esencial (y saludable) para sentirse como en casa, ¿el secreto?: “buenos productos y el cariño de las cocineras”, desveló Morales.
Desde su inauguración, la Residencia Escolar ha ido mejorando sus instalaciones adaptándose a las necesidades del alumnado. Comenzó con una cancha de fútbol y actualmente dispone también de baloncesto, voleibol, tenis y pádel, lo que incrementa la demanda de estancia.
“Los grupos externos deben solicitar la estancia a la Dirección Insular de La Gomera y pueden hacer uso de todas las instalaciones, siempre respetando las normas del centro. Son muchísimos los grupos que eligen la residencia para hospedarse y les ayudamos a organizar las actividades que tienen programadas en su visita a la Isla. Gran parte de la información (Parque Nacional, rutas de senderismo, exhibición de silbo gomero…) la ofrecemos antes de que lleguen a la Isla y así les facilitamos su estancia. Es muy habitual que los grupos repitan y eso significa que les ha sido cómoda”, explicó Nieves Morales.
