En Canarias conviven realidades económicas muy distintas. Mientras Santa Brígida lidera el ranking de renta bruta media con 53.007 euros anuales por contribuyente, en el extremo opuesto aparece Garafía, en La Palma, con apenas 18.646 euros, según los últimos datos de 2023 publicados este miércoles por la Agencia Tributaria.
La diferencia supera los 34.000 euros al año, una brecha que evidencia las desigualdades internas del Archipiélago.
Los municipios más ricos
El municipio grancanario de Santa Brígida vuelve a encabezar la lista, consolidado como el “Pozuelo canario” gracias a su perfil residencial de alto nivel. Le siguen El Rosario (Tenerife, 37.352 €) y Teguise (Lanzarote, 32.493 €). También se cuelan en la parte alta las dos capitales: Las Palmas de Gran Canaria (31.862 €) y Santa Cruz de Tenerife (31.004 €).
Estos núcleos concentran urbanizaciones de chalés, una fuerte presencia de empleo público y un mercado laboral vinculado a servicios avanzados y turismo de alto poder adquisitivo.
Los más pobres, en islas verdes
En el otro extremo destacan pequeños municipios de La Palma y Tenerife. Barlovento (19.972 €), El Tanque (20.146 €), Los Silos (20.223 €) o Buenavista del Norte (20.886 €) conviven con Garafía en la cola de la tabla.
Se trata de localidades envejecidas, con fuerte dependencia agrícola y escasas oportunidades laborales. En muchos de estos pueblos la despoblación y la falta de diversificación económica agravan la brecha, situando a Canarias en un mapa desigual donde conviven el lujo y la precariedad.
La foto insular
La estadística del IRPF sitúa a Canarias con una renta bruta media de 27.880 euros, por debajo de la media estatal (31.333 €). Las diferencias internas son tan llamativas como las que separan a comunidades enteras en la Península.
En Gran Canaria, la renta oscila entre los 53.000 € de Santa Brígida y los 20.658 € de La Aldea de San Nicolás. En Tenerife, entre los 37.352 € de El Rosario y los 20.146 € de El Tanque. En La Palma, la brecha es aún más visible: de los 29.874 € de Breña Baja a los 18.646 € de Garafía.
Una desigualdad estructural
Los datos revelan que, pese a la potencia turística del Archipiélago, las bolsas de pobreza siguen enquistadas en zonas rurales. Al mismo tiempo, el auge de urbanizaciones residenciales y la concentración de empleo cualificado refuerzan la posición de los municipios de mayor renta.
El contraste es tan marcado que, en una misma isla, un trayecto de apenas 30 kilómetros separa chalés con piscina de economías de subsistencia.
