La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, alertó sobre el preocupante aumento de problemas de salud mental en la infancia y la adolescencia. Durante el videopodcast Parlamento Abierto, aseguró que “la salud mental de los menores de edad en Canarias es una preocupación creciente” y advirtió que, en los últimos cinco años, se ha triplicado el número de intentos de suicidio entre niños y jóvenes canarios.
La declaración se produjo en el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre con la participación de especialistas en salud mental.
Marian Álvarez, vicepresidenta de la Federación de AMPAs en Gran Canaria, puso el acento en la brecha digital entre adolescentes y familias, defendiendo que la conciliación es esencial para afrontarla: “Las madres y los padres que trabajamos no podemos criar. No tenemos tiempo de calidad para acompañar a nuestros hijos en sus incursiones en redes sociales o en lo que ocurre en el colegio”.
Por su parte, Miguel Tomé, vicepresidente de la Federación de Salud Mental de Canarias, destacó que el gran reto actual está en la detección temprana: “Hemos pasado de preocuparnos por los trastornos graves ya diagnosticados a intentar identificar lo antes posible los problemas de salud mental que pueden desembocar en ellos”.
Riesgos emergentes
El encuentro también sirvió para poner sobre la mesa los riesgos emergentes más allá de los diagnósticos tradicionales. El director general de Salud Mental y Adicciones del Gobierno de Canarias, Fernando Gómez-Pamo Guerra del Río, advirtió del aumento de menores dependientes de tecnologías digitales, con adicciones a videojuegos en línea o a contenidos pornográficos accesibles en internet.
En la misma línea, Marcos Val, policía tutor especializado en violencia escolar, alertó de la presencia de adultos con fines delictivos en plataformas digitales como TikTok o chats de videojuegos, donde captan a menores.
El Parlamento de Canarias reclama ahora políticas integrales que incluyan medidas preventivas, apoyo psicológico accesible, regulación de contenidos digitales nocivos, formación para familias y docentes, y protocolos de detección temprana.