Loading...

Sociedad

Sin licencias y con termitas: dos años de clausura de las casas del ITER

Las viviendas bioclimáticas de uso turístico permanecen cerradas desde 2020 a la espera de regularizar su situación y controlar la presencia de termitas

3 minutos

Las 24 casas bioclimáticas del ITER se ubican en el Polígono Industrial de Granadilla y normalmente están disponibles para alquiler turístico de corta duración./ AH.

Es la urbanización más peculiar de Canarias, un referente internacional en construcción autosuficiente y un reclamo para el turismo concienciado con reducir su huella de carbono. Pero, a día de hoy, quien quiera alojarse en una de las 24 casas bioclimáticas del ITER se encontrará con la negativa del sistema de reservas. No hay fechas disponibles, cerrado temporalmente. En marzo de 2020, el cero turístico obligó a cerrarlas aunque se utilizaron, puntulamente más adelante, para aislar a turistas afectados con COVID. Aunque se han aplicado tratamientos para controlar las termitas en al menos seis de las casas, el motivo principal del cierre apunta a una irregular situación urbanística, así como del suministro de agua potable. Sea como fuere siguen vacías a día de hoy. Y así llevan dos años.

Con todas las casas cerradas a cal y canto, un paseo por esta urbanización remite a esos pueblos abandonados repentinamente por alguna urgencia sobrevenida que obligó a sus habitantes a dejarlo todo como estaba. Con sus esplendorosos jardines de flora autóctona, todavía cuidados con mimo, las callejuelas asfaltadas entre cardones y tabaibas esperan por nuevos inquilinos mientras las casas bioclimáticas resisten al intenso sol y al salitre del Atlántico.

Como señaló el consejero insular de CC-PNC Antolín Bueno en el pleno del Cabildo del pasado viernes, "esas viviendas se dedicaban a usos turísticos y tecnológicos, generando un feedback de conocimiento y utilidad con una valoración que era de sobresaliente en los portales de internet". Además puntualizó que las estancias turísticas en "estas viviendas generaban más de 500.000 euros al ITER todos los años", si bien en 2020 los ingresos por esta actividad ya se redujeron considerablemente y, durante 2021 y 2022, cesaron a consecuencia del cierre.

La Geoda, en primer término, es una de las casas donde se trataron las termitas en 2021./ AH.

Pedro Martín, el sancionador sancionado

Según defendió el consejero Aaron Afonso en el citado Pleno, la falta de suministro de agua potable fue el principal motivo del cierre de las casas, cuyo abastecimiento dependía de una desaladora ubicada en las instalaciones del ITER que no contaba con autorización del Consejo Insular de Aguas. En la réplica a Antolín Bueno, el director de Insular de Coordinación y Apoyo al Presidente describió una situación "rocambolesca" en la que Pedro Martín tuvo que "sancionarse a sí mismo" como presidente del ITER desde la presidencia del Consejo Insular de Aguas porque la desaladora carecía de permisos.

Afonso continuó defendiendo la gestión del equipo directivo que tomó las riendas del ITER en 2020 y "que no ha dejado de trabajar para regularizar la situación de las casas bioclimáticas". En este sentido también recordó que la actual administración insular aprobó "hace más de un año" la modificación del PGO para legalizar esas instalaciones, que no contaban ni con licencias ni con autorizaciones que debe conceder el Ayuntamiento de Granadilla", donde se ubican las viviendas bioclimáticas. Finalmente, Bueno le reprochó que, después de dos años de clausura de las viviendas, esgrimiera "un argumento tan pobre" como el color político del citado consistorio sureño.

Puertas, ventanas y otros elementos también sufren deterioro por el salitre y la exposición solar./ AH. 
Termitas en seis casas

Otro de los motivos que podría contribuir a la clausura de las casas del ITER es la aparición de termitas autóctonas en algunas casas. El tratamiento para errradicar este tipo de organismos xilófagos (etimológicamente, devoradores de madera) se ha aplicado, según se recoge en la relación de contratos menores publicada en la web de ITER, en al menos en seis de las 24 viviendas entre 2021 y 2022: La Geoda, El Río, La GeriaLa Vela, El Alisio y El Bernegal

De todas formas, según señalan fuentes del Cabildo, esos contratos obedecen a procedimientos de desinsectación habituales en el mantenimiento de las casas. Aún así, la frecuencia de las actuaciones indica que es un fenómeno recurrente en algunas viviendas, como la casa El Alisio, donde el tratamiento se ha aplicado en cuatro ocasiones desde principios de 2021 hasta mediados del presente año. Además también ha aparecido en otras casas más recientemente, como la denominada El Bernegal, lo que motivó que este verano se actuara en esta vivienda para su control.

Aún así los expertos señalan que el xilófago presente en esos ambientes normalmente es una especie autóctona, distinta de la reticulitermes flavipes que prolifera en zonas más húmedas de Tenerife. Por tanto, debido su ubicación, las casas del ITER parecen librarse de la temida termita subterránea, aunque no están a salvo de otros xilófagos, ni tampoco de la maraña institucional que favorece una situación tan indeseable como que 24 viviendas únicas en el mundo permanezcan cerradas sin fecha prevista de reapertura.

Las Bóvedas es una muestra de la peculiaridad de las casas bioclimáticas./ AH.