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El ejercicio físico es clave para los pacientes con cáncer / AH

Solo dos hospitales canarios incluyen ejercicio físico en la rehabilitación oncológica

Se trata de una asignatura pendiente en Canarias, pues el ejercicio contribuye a reducir los efectos secundarios de la quimioterapia, entre otros beneficios

Siempre se han resaltado los beneficios del ejercicio físico en líneas generales. Más allá de en el día a día, también ha demostrado ser una herramienta fundamental en la prevención, tratamiento y recuperación del cáncer

No obstante, en Canarias no está del todo implementado en los programas de rehabilitación oncológica. Solo dos hospitales del Archipiélago, el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, han implementado iniciativas con ejercicio físico para los pacientes con cáncer. 

Beneficios del ejercicio

El Dr. Eduardo Borque del Castillo, especialista en medicina física y rehabilitación del Hospital Dr. Negrín, destaca que la actividad física no solo previene la aparición del cáncer, sino que, una vez diagnosticado, mejora la supervivencia, disminuye los efectos secundarios del tratamiento y reduce el riesgo de recaída. 

“Hipócrates ya describió que el ejercicio físico previene la aparición del cáncer, y hoy en día existen múltiples estudios que confirman que una actividad física regular reduce la probabilidad de desarrollar la enfermedad”, señala.

Reducir efectos secundarios

Uno de estos beneficios claves es su contribución a reducir los efectos secundarios de los tratamientos. El ejercicio ayuda a mejorar la tolerancia a la quimioterapia. “Cuanta más masa muscular tiene una persona, más dosis de quimioterapia es capaz de soportar sin que los efectos secundarios obliguen a suspender el tratamiento”, explica el Dr. Borque. 

La evidencia demuestra que el ejercicio físico no solo mejora la calidad de vida al reducir la fatiga, la ansiedad y la depresión, sino que también refuerza el sistema inmunológico, disminuye los efectos adversos de los tratamientos y favorece una recuperación más rápida tras la cirugía.

Además, tras superar la enfermedad, continuar con la actividad física reduce significativamente la probabilidad de una recaída.

El Dr. Eduardo Borque del Castillo / CEDIDA

Ejercicios de fuerza y aeróbicos

Pero, ¿qué ejercicios son los mejores? Aunque tradicionalmente el ejercicio cardiovascular como correr, caminar o usar bicicleta era la principal recomendación, el entrenamiento de fuerza ha cobrado cada vez más importancia en la rehabilitación oncológica.

“Los ejercicios que implican desplazar cargas no solo mejoran la fuerza, sino también la capacidad cardiovascular”, explica el doctor. Por ello, actualmente se apuesta por un enfoque combinado, incorporando tanto ejercicios aeróbicos, como bicicleta y cinta, junto con entrenamientos de fuerza mediante pesas y bandas elásticas, para maximizar los beneficios en los pacientes con cáncer.

Implementación insuficiente

A pesar de la evidencia científica que respalda la necesidad de incluir el ejercicio físico en la rehabilitación oncológica, su implementación en los hospitales de Canarias sigue siendo insuficiente. 

“Solo tenemos programas en la fase prequirúrgica, desde el diagnóstico hasta la operación, para reducir complicaciones y mejorar la recuperación postoperatoria”, señala Borque. Sin embargo, en otras fases del tratamiento, los pacientes no cuentan con un acceso estructurado a estos programas.

La falta de recursos económicos es la principal barrera para la expansión de estos programas, advierte el especialista. 

Un reto a futuro

Mientras la integración hospitalaria sigue siendo limitada, el Dr. Borque recalca la importancia de fomentar la actividad física en la población general. “Cada persona debe encontrar una actividad que le guste y seguir las recomendaciones de la OMS: 300 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 150 de alta intensidad a la semana, junto con ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana”, concluye.

El reto ahora es lograr que la rehabilitación oncológica basada en ejercicio físico sea accesible para todos los pacientes en Canarias y que las administraciones prioricen su implementación como parte esencial del tratamiento contra el cáncer.