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Sociedad

Tinder endulza el pleito insular

La app de citas ha disparado, en los últimos años, los encuentros interinsulares entre jóvenes de Gran Canaria y Tenerife

3 minutos

Tinder endulza el pleito insular en Canarias

Cohesionar Canarias era una de las obsesiones de Adán Martín. A lo largo de su vida política –en la que, además de concejal de Santa Cruz de Tenerife o presidente del Cabildo, durante cuatro años (entre 2003 y 2007) ejerció como presidente del Gobierno regional– siempre fiaba ese empeño a la juventud. "El futuro era de las ideas", afirmaba, y en ese horizonte entregaba el porvenir del Archipiélago a generaciones que dejaran atrás sus nidos familiares para convivir en islas diferentes a las suyas para conocer otras realidades. Esa debía ser una herramienta infalible para acabar con el pleito insular. Ese porvenir ya está aquí. No es, tal vez, como lo imaginó Adán Martín, pero muchos prejuicios insulares empiezan a caer gracias a las nuevas tecnologías, con herramientas como el Tinder –una app de citas–.

Jóvenes de Tenerife y de Gran Canaria se han aproximado, y se han conocido mejor, en los últimos años gracias a aplicaciones o páginas de encuentros. "A mí Tinder me ha servido más que aquella campaña de 'Canario conoce tu tierra'", apunta Jorge R. –prefiere no dar su apellido completo–. "En realidad", añade, "yo usaba esta app en concreto para ligar y, al mismo tiempo, mejorar mi inglés. Procuraba quedar sólamente con mujeres extranajeras que venían a pasar temporadas en la sila, como azafatas con base aquí o nómadas digitales, pero un día, por casualidad y por un despiste mío, me surgió la posibilidad de conocer a una chica de Santa Cruz de Tenerife".

Otras inquietudes

El cambio en los métodos de Jorge R. variaron porque "un día un amigo me invitó a comer en su casa. Él está casado desde hace años, empieza a estar cerca de los 50 y no tenía ni idea de cómo funcionaba el Tinder". "Así que me pidió que se lo mostrara", apunta antes de agregar que "le enseñé mi perfil y cómo puedes ver a a otras personas según tu radio de localización con los swipes –deslizar las fotos de otros usuarios a izquierda o derecha– . Fue ahí donde amplié mi radio de acción, puse más kilómetros de lo habitual y entré en el rango de acción de Tenerife".

"Al rato", continúa, "nos pusimos a ver si alguna chica me había dado un like y salieron varias de la otra isla, hice un match con una de ellas y cuando me di cuenta, el siguiente fin de semana, me fui a verla a Santa Cruz. En mi caso no puedo decir que me siriviera para derribar estereotipos porque no creo en el pleito insular, pero entiendo que es una app que puede rebajar la tensión y ayudar a conocernos mejor, que tratemos con gente que tiene otras inquietudes y otra forma de ver el mundo".

Pese a los buenos ratos que le dio Tinder y todas las lecciones de inglés que recibió, Jorge R. ha desinstalado la app de su móvil. "Ahora tengo pareja estable. ¡Y la conocí a la vieja usanza: en una fiesta, con un grupo de amigos que tenemos en común!".

50 millones de usuarios

Jorge R. fue uno los usuarios que en 2020 permitió que Tinder se embolsara unos ingresos de 441,2 millones de euros. Sólo el año pasado, la app reunió a más de 50 millones de personas en buena parte del mundo en busca de relaciones –amistad, sexo, amor... todo cabe–. El número de consumidores de la página se amplía cada día, siendo los de entre 18 y 25 años los que más utilizan la aplicación.

España es el tercer país del mundo con más consumidores de aplicaciones móviles enfocadas a ligar, entre las más conocidas: Tinder, Meetic, Badoo o Grindr. Dentro de nuestro Estado, Las Palmas de Gran Canaria figuraba el año pasado entre las diez ciudades con más usuarios de Tinder –Canarias, Murcia y Madrid son las comunidades con más solteros–.

'Boom' durante el confinamiento

Un estudio firmado por Jorge Ramiro Pérez, Rebeca Cordero y Antonio Silva, investigadores de la Universidad Europea y miembros del Grupo Conocimiento-Investigación en Problemáticas Sociales, apunta que durante el confinamiento de 2020 el uso de estas aplicaciones llegó a alcanzar máximos históricos aumentando un 13,5% en el número de usuarios.

El informe aseguraba que el 39,2% de las personas que tiraron de este tipo de apps tuvieron sexo cibernético, el 24,6% llegó a mantener relaciones sexuales reales y el 5,3% encontró el amor durante la cuarentena.

Globalización y diferencias mínimas

Para M. Silva, veinteañera grancanaria que prefiere ocultar su nombre, Tinder es algo de lo más normal. "Lo utilizo yo y lo utilizan mis amigos, sin ningún tipo de vergüenza". Recién licenciada y natural del norte de la isla, admite que "me he ido varias veces a Tenerife gracias a la app. Y las experiencias que he tenido allí han sido muy buenas".

El pleito insular, para ella, es como una antigualla. "Puedo entender que hace muchos años", razona, "pudieran existir diferencias entre la gente de una y otra isla, hasta desconfianza por años de piques que tienen más que ver con la política o con el fútbol que con nuestra manera de ser. Las comunicaciones eran diferentes, veníamos de otro momento y había mas desconocimiento, pero ahora, con las nuevas tecnologías, los medios de comunicación y la globalización, las diferencias son mínimas".