La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) participa en el proyecto europeo AIRSHIP, un ambicioso programa que busca transformar el transporte marítimo con vehículos de efecto suelo o barcos voladores.
Estos vehículos, que combinan lo mejor de los barcos y los aviones, vuelan a baja altura sobre el agua gracias al efecto suelo, lo que mejora su eficiencia energética y reduce significativamente las emisiones contaminantes.
Aunque hoy su desarrollo apunta a la sostenibilidad y la descarbonización, los vehículos de efecto suelo tienen un origen vinculado a otros tiempos —pasados y convulsos— dentro del tablero geopolítico.
Invisible para los radares
Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética creó el icónico Monstruo del Mar Caspio, un ekranoplano militar diseñado para transportar grandes cargas y superar los radares enemigos al volar a baja altura —cerca del agua—.
El 'Monstruo del Mar Caspio', tras la caída de la URSS, dejó de utilizarse y el verano pasado quedó varado en la orilla en un intento de convertirlo en una atracción turística en Daguestán.
Este colosal vehículo marcó un hito en la tecnología aero-marítima, y aunque quedó en desuso tras la caída de la URSS, su legado técnico inspira los avances actuales en transporte sostenible.
Rutas interinsulares
En el marco del proyecto AIRSHIP, la catedrática Beatriz Tovar de la Fé, de la ULPGC, analiza la viabilidad de aplicar una tecnología similar en rutas interinsulares, como las de Canarias.
Los primeros estudios indican que estos vehículos podrían ser una alternativa más rápida que los ferries y menos costosa que el transporte aéreo.
Las simulaciones realizadas consideran factores como los costes por kilómetro, los trayectos diarios y el precio, identificando las rutas más rentables para implementar este sistema.
Enfoque hacia la sostenibilidad
El desarrollo de esta tecnología ha sido impulsado por los avances en drones y vuelos no tripulados, que permiten diseñar vehículos más eficientes y sostenibles.
Los ekranoplanos del proyecto AIRSHIP no tienen fines militares como el Monstruo del Mar Caspio, pero comparten con él la capacidad de revolucionar el transporte marítimo, esta vez con un enfoque hacia la sostenibilidad.
Proyecto colectivo
El proyecto AIRSHIP, financiado por el programa Horizon Europe, está coordinado por la Universidad Politécnica de Madrid y cuenta con la participación de universidades y centros de investigación de toda Europa.
Además de la ULPGC, participan instituciones como las universidades de Tallin, Tampere, Luxemburgo y Trisolaris, junto al La Palma Research Centre y el Instituto INESCTEC de Portugal.
Primeros resultados
Los primeros resultados, publicados en la revista Transport and Telecommunication Journal, confirman el potencial de los vehículos de efecto suelo para transformar el transporte marítimo.
Con su velocidad superior y menor huella de carbono, estos barcos voladores podrían redefinir la conectividad en regiones como Canarias, al tiempo que parecen rendir homenaje al legado técnico del ekranoplano soviético.
De un arma estratégica en la Guerra Fría a una solución para la sostenibilidad del transporte marítimo: los barcos voladores vuelven al centro del escenario, esta vez, con un propósito más noble.
