La decisión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) de eliminar el Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Convivencia ha encendido las alarmas entre una parte del estudiantado. Coincidiendo con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, han denunciado lo que consideran un paso atrás en las políticas de igualdad del centro.
La universidad, por su parte, ha explicado que el motivo principal fue un ajuste ante la financiación insuficiente. A pesar de ello, defiende que su eliminación no ha supuesto el abandono de las áreas de Igualdad, que han pasado a depender directamente del rector para “aumentar la presencia y transversalidad”.
Quejas del estudiantado
Las críticas del alumnado se han hecho públicas en una recogida de firmas difundida esta semana, donde exponen su preocupación por lo que consideran una “distancia evidente entre el discurso institucional y la realidad diaria” en los campus.
Aunque reconocen que la ULPGC cuenta con planes y normativas en materia de igualdad, afirman que estos documentos “no se traducen en políticas reales, visibles ni efectivas” y denuncian la falta de recursos especializados, servicios de acompañamiento y canales accesibles para reportar situaciones de acoso o discriminación.
Falta de compromiso
El malestar se ha intensificado tras la desaparición del vicerrectorado, anunciado el pasado 3 de octubre apenas un año después de su creación. La medida, señalan, resulta “incongruente” con el discurso institucional, especialmente en un contexto en el que Canarias registra la mayor tasa de violencia machista del país. “¿Cómo puede ser prescindible aquello que hace un año se presentó como innovador y esencial?”, cuestionan.
El estudiantado recuerda además compromisos previos no cumplidos en materia de igualdad y expresa preocupación por el clima de convivencia en los campus.
Medidas reclamadas
Un sondeo realizado por las personas firmantes —en el que participaron 401 estudiantes— apunta que solo un 14% sabe qué hacer ante un caso de acoso y apenas un 37,7% confía en que la universidad actuaría correctamente. Más de la mitad declara conocer o sospechar de algún caso en su entorno. Para ellos, estos datos reflejan “una institución desconectada de las vivencias reales de su comunidad”.
Por ello, reclaman medidas concretas: desde un diagnóstico riguroso de la situación y la revisión de los protocolos de igualdad, hasta la creación de espacios de atención especializados y el impulso de la formación y la investigación con perspectiva de género. “La igualdad no puede ser un adorno institucional ni una estrategia de imagen”, señalan.
Respuesta de la ULPGC
Ante las críticas, la ULPGC sostiene que la eliminación del vicerrectorado no supone un retroceso, sino un cambio organizativo para “reforzar la transversalidad” de las políticas de igualdad. Según explican desde la institución, las unidades de igualdad, convivencia y diversidad pasarán a depender directamente del rector, lo que —afirman— incrementará su presencia estratégica en la universidad y facilitará su conexión con todos los vicerrectorados.
La decisión responde también, explican, a un contexto de contención presupuestaria: “Obedece a una política de ajuste ante un presupuesto muy limitado para los próximos años”, aseguran. Además, la ULPGC indica que esta estructura la alinea con la Universidad de La Laguna (ULL), con la que mantiene “plena sintonía”.
