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Sociedad

Una oportunidad laboral para mujeres agredidas

Una empresa del sur de Tenerife, Sercaigua Canarias, desarrolla una labor social pionera en las Islas al priorizar la contratación de víctimas de violencia machista

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Ocho de cada diez mujeres que han sufrido maltrato consideran tener un trabajo como un aspecto esencial para salir de la violencia machista, romper el vínculo con su pareja y empezar de cero, según datos del Informe Fundación Adecco. De hecho, una parte de las mujeres maltratadas siguen con sus parejas porque carecen de  medios económicos para mantenerse en caso contrario. El empleo se convierte, así, en una de las claves para poder empezar una nueva vida tras escapar de la violencia machista.

María del Mar Navarrete es la gerente de Sercaigua Canarias Servicios Profesionales en Igualdad, S.L., una empresa tinerfeña dedicada a la limpieza, mantenimiento y jardinería. Como ella misma recalca, no es una ONG, pero su labor cumple una misión fundamental para muchas mujeres que se enfrentan a la necesidad de empezar de cero tras huir de la violencia en sus hogares: formar y priorizar la contratación de mujeres en riesgo o víctimas de la violencia machista para facilitar su reinserción laboral.

Esta iniciativa, pionera en las Islas, surgió hace poco más de año medio fruto de "un momento particular de mi vida en el que me di cuenta de que tenía que hacer algo por ellas, por lo que decidí abrir este tipo de empresa", explica a AtlánticoHoy la responsable, quien quien prefiere dar difusión a su programa de inserción laboral pero mantener su imagen en un segundo plano, "pues lo importante son ellas", recalca.

Previamente, María del Mar Navarrete había sido propietaria de una empresa de limpieza para, después, pasarse a temas de asesoría. A partir de ahí decidió "empezar de nuevo, pero enfocada hacia las mujeres víctimas de violencia de género, para poder darles una oportunidad laboral", matiza.

La limpieza,y la jardinería son algunas de las áreas de especialización de las trabajadoras | IMAGEN DE LA RED

Aparte de servir como agencia de colocación, la misión que cumple va mucho más allá: ayuda a estas víctimas a detectar sus fortalezas y capacidades y aumentar su autoestima, normalmente aniquilada tras los ataques físicos y verbales que han podido sufrir durante años. Así, con la labor de la institución, todos ganan: las empresas, porque "ganan trabajadoras muy serias y comprometidas, volcadas en su labor", y ellas, porque "obtienen autoestima e independencia económica, esencial para comenzar una nueva vida".

“Somos una empresa privada que busca rentabilidad, por lo que exigimos a los empleados, en este caso a mujeres que han demostrado ser luchadoras y guerreras, que cumplan con su trabajo”, asegura Navarrete, quien destaca que estas trabajadoras "se adaptan mejor que cualquiera, son personas confiables 100%, personas que sabes que no tienes que estar detrás de ellas porque van a cumplir con su obligación y más", subraya.


Proceso de contratación
La contratación es abierta, pero las afectadas cuentan con prioridad al cien por cien. A la hora del proceso selectivo, los clientes de su empresa conocen la labor de María del Mar, pero lo que desconocen es quién, de entre todos los perfiles laborales propuestos, es la persona que ha sufrido agresiones machistas. "Pueden ser las cinco candidaturas, una de ellas o ninguna. Cuando me piden a alguien no especifico quién es, no solamente por protección de datos, sino porque no creo que nadie tenga derecho a conocer la vida privada ni lo que ha pasado cada persona", afirma.

La mayoría de las trabajadoras no tienen órdenes de alejamiento dictadas contra sus exparejas, pero la empresa no puede ofrecer una garantía total y absoluta de que no pueda suceder algún incidente relacionado con sus maltratadores. "Procuro estar siempre pendiente, alerta y ante cualquier cosa denuncio pero bueno, sabemos cómo va el tema de la violencia de género", comenta. 


Navarrete denuncia que existe "mucha hipocresía social". "De cara a la galería como se suele decir, a todo el mundo le parece una iniciativa fantástica, todos se muestran muy colaborativos, pero luego la realidad enseña otra cosa", rechaza la responsable de Sercaigua Canarias.

Lo que más lamenta es haber tenido que escuchar frases del tipo: "no quiero problemas si viene el exmarido y la monta aquí",  a lo que responde recordando al empresario que "estas señoras vienen filtradas a través de la Unidad de Violencia de Género del Cabildo de Tenerife y de Cruz Roja-Barrios por el Empleo. Ya han pasado por los procesos más duros, pero evidentemente no puedo dar una garantía 100 % de que no vaya a ir su expareja y monte allí un escándalo". 

Sin embargo, la gerente insiste en que, por esa mínima posibilidad, a estas mujeres "le cerramos de golpe la puerta a la esperanza de una oportunidad laboral, que la necesitan más que cualquiera porque deben empoderarse para poder continuar con su vida", subraya. 

"Su vida ya ha sido suficientemente dramática y han pasado por unos procesos muy dolorosos como para que encima la sociedad les cierre las puertas y no les quiera dar una oportunidad y, sinceramente, me parece patético ese tipo de comentarios de 'yo no quiero problemas'”, denuncia la gerente de esta iniciativa.

En esta línea, Navarrete insiste en que "estas mujeres necesitan una oportunidad, sea del tipo que sea, que le suba su autoestima, que le permita empoderarse para recuperar su vida con sus hijos". 



Formación
La formación adecuada para el puesto de trabajo que hay que cubrir es fundamental a la hora de permitir a estas trabajadoras ser las seleccionadas. Para ello, si es necesario, las solicitantes de empleo reciben formación a través de esta empresa.

"Aunque no es la tónica, por desgracia, el nivel cultural no suele ser muy alto, por lo que procuro darles también formación a través de la Asociación de Gobernantas de Tenerife, que colabora conmigo altruistamente", explica Navarrete.

La formación se centra, sobre todo, en temas relacionados con los procedimientos de limpieza y en los productos más adecuados, sin olvidar cuestiones ecológicas. "Ellas van ya preparadas, con mucha ilusión. Les cuesta al principio un poquito porque muchas llevan años sin trabajar, otras no han trabajado en su vida, pero se vuelcan con su labor", insiste.


"Necesitamos más colaboración de la Administración y del sector privado"
María del Mar Navarrete lamenta que la sociedad "no se conciencie de la problemática que existe" e insiste en que "hay que atajarla desde los órganos gubernamentales, que ya van haciendo algo, menos mal", expone. 
"No es como unos años atrás, tenemos que colaborar todos, es un problema que atañe a toda la sociedad", insiste, a la vez que recuerda que eso incluye al "sector privado y a la Administración", subraya la gestora de Sercaigua Canarias. 
Navarrete expone que se está encontrando con el hándicap de que se trata de una empresa privada. "Yo no soy una ONG, evidentemente necesito generar una serie de ingresos para poder costear los gastos y hacer contrataciones. Tengo una iniciativa enfocada a un tema social que está incandescente ahora mismo y no pasa nada por echar una mano a una empresa privada", expone.
"No estoy pidiendo a las Administraciones que me den dinero, ni subvenciones ni nada por el estilo, simplemente lo único que quiero es tener una serie de trabajos garantizados, que se puede, tanto en la Administración Pública como en el sector privado".
Ante la situación de estas afectadas, la gerente pide a la sociedad que "se deje de tanto prejuicio y tanta historia de 'yo no quiero problemas' y 'estas mujeres me van a buscar un lío en mi empresa', pues nada más lejos de la realidad. Se trata de humanidad. Si vieran la ilusión con la que afrontan estas empleadas sus retos profesionales les darían una oportunidad seguro", recalca.