El recién emitido informe de impacto ambiental del generador antiapagones para emergencias que la empresa Sampol instalará en el polígono industrial de La Gañanía (La Zamora, Los Realejos) ha reconocido la existencia de un riesgo industrial añadido por la proximidad de la pirotecnia Hermanos Toste, incluida en el Plan RISQCAN de instalaciones con riesgo químico.

La Dirección General de Seguridad y Emergencias ha señalado que el proyecto “deberá prever los posibles efectos mutuos entre instalaciones, en especial con la pirotecnia Hermanos Toste”, y que la empresa promotora debe elaborar un informe de seguridad y un plan de autoprotección conforme al Real Decreto 1254/1999.

280.000 litros de diésel

El análisis técnico del proyecto detalla que la instalación contará con ocho motores diésel HIMOINSA de 1.836 kW cada uno y con depósitos de almacenamiento de gasóleo por un total de 279 metros cúbicos [aproximadamente 280.000 litros] situados en superficie.

El documento reconoce que ese volumen de combustible “puede considerarse relevante a efectos de seguridad industrial” y obliga a su control por la autoridad competente.

Informe de seguridad obligatorio

La prescripción ambiental incorporada en la resolución establece: “El promotor deberá presentar un informe de seguridad y un plan de autoprotección, de acuerdo con el Real Decreto 1254/1999, que valore los posibles efectos mutuos entre instalaciones y contemple las medidas de prevención y protección necesarias”.

El Cabildo de Tenerife, en su informe previo, también ha insistido en la necesidad de coordinar las medidas de protección civil en el entorno. Su Servicio de Emergencias recuerda que la presencia de depósitos de combustible y grupos electrógenos de gran potencia “obliga a aplicar los protocolos de riesgo químico y de incendios conforme al Plan Especial de Protección Civil de Canarias (PEINCA)”.

Los vecinos hablan de una "bomba de relojería"

La advertencia coincide con la alarma expresada por la plataforma vecinal No Eléctricas La Zamora, que en web describe las dos instalaciones proyectadas en Los Realejos (además de la de Sampol, Disa también construirá una) como “una bomba de relojería junto a casa” y sostiene que la población vive “bajo la espada de Damocles”.

El colectivo cita los “casi 300.000 litros de gasóleo” de Sampol y los “400.000 litros de gas licuado” de Disa como un riesgo que, según sus palabras, “no hemos pedido, un peligro que es completamente evitable si estas instalaciones se ubicaran donde deben estar: en zonas industriales preparadas para ello, lejos, muy lejos de las personas”.

El Gobierno de Canarias ha determinado que el proyecto “no tiene efectos adversos significativos sobre el medio ambiente”, pero ha condicionado su ejecución a la presentación y validación de los planes de seguridad y autoprotección antes de iniciar las obras.