Críticos contra la "mala gestión" insular de los cortafuegos se manifestarán en Tenerife

El próximo 30 de septiembre está convocada una movilización en Santa Cruz para “exigir respuestas y soluciones” a las administraciones por el incendio iniciado el 15 de agosto

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Vista aérea de un cortafuegos en Tenerife en la década de los 80 / GRAFCAN
Vista aérea de un cortafuegos en Tenerife en la década de los 80 / GRAFCAN

Tras tres semanas de incertidumbre y miedo por el devenir de la isla de Tenerife a causa del gran incendio acontecido en la noche del 15 de agosto en Candelaria y Arafo, parecía que la calma había regresado cuando, primero se estabilizó, y, el pasado 11 de septiembre, se declaró como controlado.

Sin embargo, una pequeña parte de la sociedad canaria no está contenta con la "mala gestión" de los montes la respecto. Concretamente en el apartado de la prevención de incendios sobre le terreno, con la mirad apuesta en los cortafuegos, por lo que el 30 de septiembre han convocado una manifestación para “exigir respuesta y soluciones”.

Los cortafuegos

La cabeza más visible de la movilización es la de Abraham Rodríguez, gran conocedor de los montes canarios y con antepasados recientes en el tratamiento de los mismos para evitar graves incendios. “Tengo mis conocimientos por quién era mi abuelo y, sobre todo, porque mi tío era Tomás el Guarda y, por sentido común, respecto a la planificación forestal”, sintetiza en declaraciones a Atlántico Hoy.

“Mi tío fue el más grande la historia para salvaguardar el Valle de La Orotava preparando los cortafuegos”, asegura Abraham. “Hoy, en algunos sitios de los dos cortafuegos que estaban para proteger el valle ya no existe, en otros sitios pasa una persona de ancho y en otro sitio pasa un coche. Es decir, que no hay mantenimiento”, añade molesto.

De esta manera, apunta directamente al ingeniero jefe de la comarca. “Es el máximo responsable de lo que pasó. Cuando el fuego cruzó la dorsal iba dirección a la Valle de La Orotava y si los cortafuegos que están en la cordillera hubiesen estado mantenidos en condiciones correctas, como lo hizo mi tío, no hubiera pasado el fuego”.

En forma de bóveda

Critica Abraham que la prioridad del ingeniero de la comarca “es que las pistas tengan forma de bóveda y es una burrada por ha impedido a los bomberos poder ser más eficaces y eficientes de la extinción del incendio. No podían llegar a muchos sitios, porque los camiones son de una gran dimensión”, argumentan.

En este contexto, indica que es cuando la gente “se da cuenta de que el valle necesita un cortafuegos central”, pero espeta que las "personas internas” dicen que tienen miedo a equivocarse. “¿Y qué problema hay? Yo sé dónde no se puede equivocar uno. Y si me equivoco, ¿qué problema tienen en repoblar eso y hacerlo en otro lado?”, se pregunta.

“Si estuvieran bien los dos cortafuegos que protegían el valle la única posibilidad de iniciarse un fuego era desde dentro y se lo comía desde el exterior, no entrañaría, como pasó aquí”, apunta Abraham Rodríguez.

Este amante y conocedor del monte central tinerfeño no quiere olvidar el también grave incendio del pasado año en Los Realejos. “El año pasado le vimos las orejas al lobo y porque se pudo cortar por un cortafuegos que yo mandé a que limpiaran, que le dije a mi primo, que era un capataz que se jubiló hace poco”, cuenta. “Este año, vino del sur y se introdujo en el valle. El año pasado vino de la otra vertiente, de la parte de Icod, y se introdujo en el valle, porque no hay cortafuegos”, añade.

Tomás el Guarda

Tomás el Guarda fue -y lo sigue siendo para muchos- una persona imprescindible de los montes de Tenerife en los 80 y 90 e, incluso, se habla de su importancia desde los 50, gracias a su quehacer y responsabilidad sobre el terreno y cuidado de los montes. Luchó también por la reforestación de amplias zonas en las cumbres de la Isla,

Tomás hizo tres cortafuegos de gran calibre. El de Santa Úrsula, el de la corona forestal y el de San Juan de La Rambla en el año 83 84. “Yo era un niño de 6 o 7 años”, recuerda su sobrino Abraham, hoy tratando de defender la labor de su tío y compartir los conocimientos heredados.

 

 

Ayuda voluntaria

De hecho, según explica, en el reciente incendio -aun sin extinguir- estuvo en el Puesto de Mando Avanzado de La Orotava. “Voluntariamente me dijeron que fuese coordinador de evacuación de los animales del valle porque yo soy muy conocido, lo conozco todo y a todos. La gente apoya mi iniciativa y lo que yo defienda y entonces me contactaron”, expone. En este sentido, señala que lo hizo “todo gratis” y comparte que hicieron muchas evacuaciones.

Entre otras cosas que se pueden hacer, esgrime Abraham, “es que no haya mano izquierda con que cualquier vecino no pueda recoger más de una cierta cantidad de pinocha o que si la carga en el coche supera la baranda se sanciona, y con leña pasa lo mismo… ¿Pero no ve que la carga de combustible que tienen ahí es inviable?”, se pregunta resignado sobre cómo están los suelos de los montes. “Es que no baja ni el agua para los acuíferos y así estamos con la crisis del agua, que no baja de la cantidad de biomasa que hay ahí”, abunda.

Manifestación

Con todo, “son muchas cosas y por eso hay que tomar cartas en el asunto”, contextualiza Abraham sobre la manifestación convocada para el 30 de septiembre. “No sabes lo que es que mi tío haga los corta y que este tío llegue y los repueble”, añade.

Así, afirma que “ahora toca luchar para que el monte esté un poco mejor y que seamos más libres en cuanto a su uso disfrute. Que se activen las formas correctas para que esto funcione como funcionaba antes, porque esto está muy claro. Dos de los peores incendios de la historia en 13 meses dice mucho de la planificación forestal y de la forma en la que se ha actuado contra este fuego”, sentencia Abraham Rodríguez.