El exalcalde de Arico niega estar involucrado en el supuesto cohecho del exconcejal Álvaro Arbelo

Arbelo está acusado también de fraude por unas supuestas adjudicaciones irregulares a dos empresarios

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Eladio Morales, exalcalde de Arico./ Redes
Eladio Morales, exalcalde de Arico./ Redes

Eladio Morales, exalcalde de Arico, ha eludido cualquier tipo de responsabilidad en las supuestas adjudicaciones irregulares que han sentado al exconcejal Álvaro Arbelo y dos empresarios en el banquillo de los acusados por la presunta comisión de los delitos de cohecho y fraude.

Morales ha dicho este lunes en el juicio que acoge la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife que siempre las obras fueron adjudicadas por el exconcejal y que él se limitaba a firmarlas basándose en los informes que le hacía llegar la secretaria del Ayuntamiento y los técnicos responsables. Las adjudicaciones, además, eran aprobadas en Comisión de Gobierno.

El exconcejal de Obras del Ayuntamiento de Arico Álvaro Arbelo, para quien se piden siete años y medio de cárcel. EFE/ Miguel Barreto
El exconcejal de Obras del Ayuntamiento de Arico Álvaro Arbelo, para quien se piden siete años y medio de cárcel./ EFE/ Miguel Barreto

Estuvo imputado

Morales fue alcalde durante el mandato 2007-2011, junto con Arbelo. Ha comparecido como testigo, aunque en su momento llegó a estar imputado hasta que se concluyó que ni él ni el resto de miembros del grupo de gobierno municipal tenían conocimiento ni eran responsables de las supuestas irregularidades.

El exalcalde no recuerda ni siquiera los grandes contratos dado el tiempo transcurrido y aseguró que tampoco conocía a los empresarios acusados. “Confiaba plenamente en la secretaria, que era la encargada de tramitar los expedientes que a su vez venían de la Oficina Técnica. Yo me limitaba a firmarlos”, ha afirmado.

No redactaba los pliegos

Además, ha negado que participara en la redacción de los pliegos y ha dicho que desconocía cómo el exconcejal elegía a las empresas. “No intervine en nada y nunca vi nada anómalo. Los informes siempre eran favorables y lo lógico entonces es que se lleve a cabo la adjudicación”, ha esgrimido.

En la sesión de hoy del juicio, que seguirá durante los próximos dos días, intervinieron técnicos, funcionarios y empresarios.

La oficina era "un caos"

Un técnico ha asegurado que la oficina donde se tramitaban estos expedientes era “un caos” y que la nueva normativa no permitía subcontratar las obras, pese a que así se había hecho en el caso de las empresas que estaban bajo sospecha.

Otro funcionario ha admitido que “en alguna ocasión comprobó que no cuadraban los números”.

el exconcejal de Obras del Ayuntamiento de Arico Álvaro Arbelo (der.), para quien se piden siete años y medio de cárcel. EFE/ Miguel Barreto
el exconcejal de Obras del Ayuntamiento de Arico Álvaro Arbelo (der.), para quien se piden siete años y medio de cárcel. EFE/ Miguel Barreto

No daba instrucciones para el pago

Morales ha negado que diera instrucciones sobre el pago y ha afirmado que se hablaba con más empresas a la hora de decidir la adjudicación.

En cualquier caso, asegura que los documentos podían ser firmados por otros funcionarios. Las obras a veces se fraccionaban, según dice, y señala que, en general, a las grandes empresas no les interesaban las de pequeño presupuesto.

Los técnicos intervenían en los procesos

Por otra parte, un promotor ha afirmado en el juicio que los técnicos podían intervenir en estos procesos y que era posible que se cambiaran las condiciones según las empresas.

Empleados de la asesoría con la que trabajaban los empresarios acusados han asegurado, además, que no recuerdan nada particular de las empresas bajo sospecha. Uno de esos empleados ha afirmado que nunca nadie le pidió que hiciera algo ilegal y niega que en su declaración ante la policía asegurara que los negocios de los empresarios “le daban mala espina”, como se había asegurado previamente.

Además, según ha informado EFE, en uno de los documentos presentados en el juicio aparece mal escrito el nombre, apellidos y DNI de uno de estos trabajadores, algo que ellos mismos han atribuido a "un error".

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