Durante los últimos años, el refugio de alta montaña más emblemático de Tenerife ha permanecido en silencio, a la espera de los trabajos necesarios para recuperar su función como punto de apoyo para quienes ascienden al Teide. Tras un largo proceso administrativo, su futuro se define con mayor claridad: la gestión del espacio ya tiene destino y la cuenta atrás para su reactivación continúa.
La instalación, cerrada desde hace cinco años, ha sido protagonista recurrente en la agenda insular debido a su importancia dentro del Parque Nacional del Teide. Su reapertura no constituye una novedad informativa, pero sí un paso relevante en la ordenación del uso público de la montaña.
Concesión adjudicada
El Cabildo de Tenerife ha formalizado la adjudicación del contrato de gestión del refugio a la empresa Teleférico del Pico del Teide, única candidata presentada en el procedimiento de licitación. El acuerdo, de carácter concesional, contempla un valor estimado de 5,9 millones de euros y una duración inicial de dos años, con la posibilidad de extenderse mediante cuatro prórrogas anuales.
La presidenta insular, Rosa Dávila, explicó tras el último Consejo de Gobierno que los trabajos de adecuación se encuentran en su fase final. La previsión es que el espacio sea entregado al gestor entre diciembre y enero, de modo que el refugio pueda retomar su actividad en condiciones renovadas y con una operatividad mejorada.
Servicios y operación
La concesión incluye una gestión integral del refugio, lo que abarca el aprovisionamiento de suministros, los sistemas de limpieza, el mantenimiento técnico, la gestión de reservas y la atención directa al público. Además, el acuerdo contempla la prestación de servicios médicos básicos, un componente clave para una instalación situada a más de 3.200 metros de altitud.
Para garantizar su funcionamiento, se habilitarán diez puestos de trabajo: seis profesionales especializados en alta montaña, con formación en idiomas como inglés y francés, y cuatro puestos adicionales destinados a tareas de administración y gestión de reservas.
Entorno de alta montaña
El refugio se localiza en una zona de especial dificultad logística, lo que exige una infraestructura adaptada a condiciones extremas. La operación requerirá sistemas de energía renovable, entre ellos una instalación fotovoltaica con almacenamiento, así como mecanismos de suministro de agua aptos para un entorno donde los recursos son limitados.
La mejora de la conectividad forma parte de estas actuaciones. El proyecto prevé un enlace de fibra óptica, una tecnología que permitirá comunicaciones estables incluso en un enclave tan sensible, reforzando la seguridad de los visitantes y del personal.
Sistema de reservas
Uno de los objetivos de la nueva etapa es ofrecer una planificación más ordenada de las ascensiones. Para ello, las reservas del refugio de Altavista podrán realizarse mediante una página web oficial actualmente en desarrollo, lo que facilitará la gestión anticipada de estancias y una regulación más eficiente del flujo de usuarios.
Este sistema está diseñado para favorecer la seguridad del visitante, evitando concentraciones innecesarias y permitiendo una mejor coordinación con los servicios del Parque Nacional.
Capacidad y tarifas
El refugio contará con 49 plazas destinadas al alojamiento ordinario, además de cuatro plazas de emergencia. En cuanto a los precios, se establece una tarifa general de 71 euros por noche, una tarifa especial de 29 euros para residentes en Tenerife, y un precio de 56,80 euros para montañeros federados de fuera de la isla.
La adjudicación supone un avance en un proceso que se ha prolongado durante años y que ha generado interés constante entre visitantes, guías y amantes de la alta montaña. Aunque la reapertura no es un anuncio nuevo, este hito administrativo confirma que el refugio de Altavista se acerca a recuperar su papel como referente para quienes desean ascender al Teide con mayor seguridad y planificación.