La imagen es ya tan habitual que forma parte del día a día de los tinerfeño: coches detenidos, motores al ralentí, conductores mirando el reloj con resignación mientras se acercan a los accesos de la TF-5 o mientras conducen por la autopista. En Tenerife, las colas interminables son parte del día a día de miles de personas.
Desde el Cabildo insular se está gestando una medida que busca dar respuesta a uno de los mayores problemas de movilidad de la isla. Y no, no se trata de ampliar la carretera ni de grandes infraestructuras ni carriles bus: el cambio, se supone, vendría con la luz de un semáforo.
Propuesta
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha confirmado que el próximo 2 de abril trasladará oficialmente a la Dirección General de Tráfico (DGT) la propuesta de instalar semáforos inteligentes en los accesos a la TF-5. Se trataría de una regulación que mida el volumen de vehículos en tiempo real para aliviar los puntos más colapsados.
Esta primera fase se aplicaría hasta Tacoronte, con un presupuesto inicial de cuatro millones de euros. Si el plan obtiene luz verde, la licitación podría activarse y el sistema estaría operativo en 2026. Así lo ha explicado en el programa Hoy Por Hoy La Portada.
La idea
Curiosamente, esta no es la primera vez que se plantea una solución así. El joven ingeniero Oliver Castilla, desde la Universidad de La Laguna, defendió un Trabajo de Fin de Grado con una propuesta similar: semáforos y cámaras inteligentes que, gracias a los datos de los GPS de las guaguas de Titsa, permiten regular el acceso a la vía. El proyecto fue calificado con un 10.
En Tenerife circulan más de 821.500 vehículos, según el ISTAC. El colapso no es solo un problema de movilidad, sino de salud pública, productividad y calidad de vida. Según la Asociación Alisios Norte, las personas llegan a pasar más de dos horas diarias en desplazamientos, lo que está generando ansiedad y afectando incluso a la asistencia médica.
