La Guardia Civil ha abierto diligencias contra el conductor de un turismo que fue grabado circulando a una velocidad que alcanza los 230 kilómetros por hora en la autopista TF-1, en Tenerife, en dirección a Santa Cruz.
Los hechos fueron denunciados en dependencias del cuerpo, donde se aportaron vídeos en los que se apreciaba cómo el velocímetro del vehículo alcanzaba esa velocidad. Tras analizar las imágenes, la Unidad de Investigación de Seguridad Vial del Sector de Tráfico de Canarias (UNIS-GIAT) logró identificar tanto al conductor como al vehículo implicado.
El investigado se enfrenta a un presunto delito contra la seguridad vial por superar en más de 80 km/h la velocidad máxima permitida en vías interurbanas, así como a otro de conducción temeraria con desprecio por la vida de los demás, según tipifica el Código Penal.
Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Granadilla de Abona, en funciones de guardia. La Guardia Civil recuerda que la velocidad excesiva es uno de los principales factores que incrementan tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes de tráfico.
Delitos a los que se enfrenta
El límite máximo en las autopistas españolas es de 120 km/h, por lo que circular a 230 km/h supone un exceso de 110 km/h. Según el artículo 379.1 del Código Penal, este comportamiento constituye un delito contra la seguridad vial, al superar en más de 80 km/h la velocidad permitida en vías interurbanas.
De acuerdo con la normativa, los responsables podrían enfrentarse a penas de prisión de 3 a 6 meses, multas de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la retirada del carné de conducir entre 1 y 4 años.
La conducción temeraria, recogida en el artículo 380 del Código Penal, requiere que exista un peligro concreto para la vida o integridad de las personas. "Se debe tener en cuenta que la velocidad tiene una influencia directa en la ocurrencia y severidad de los siniestros viales", explica la Guardia Civil.
