Loca oposición de policía

El proceso selectivo de agentes locales en Tenerife se ha convertido una película de comedia después de que un aspirante fuese pillado haciendo trampas y ahora esté a punto de licenciarse pocos meses después

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Un grupo de nuevos agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife celebran la graduación. / Archivo
Un grupo de nuevos agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife celebran la graduación. / Archivo

Se comenta en los mentideros isleños que las oposiciones para ser policía local en Tenerife van camino de convertirse en una precuela de la mítica saga de los 80, Loca Academia de Policía. Puede que ni el mismísimo Carey Mahoney tuviera hueco en los procesos selectivos para los cuerpos de seguridad municipal… O sí.

Los hechos comprobados por Atlántico Hoy nos remontan a la primavera, cuando unos 80 candidatos vieron truncados meses de esfuerzo y estudio por culpa de las trampas de uno de los aspirantes a un puesto cuyo cometido es, entre otros, impedir las ilegalidades que él cometía para asegurarse la plaza, reemplazando el saber más por el saberse el más listillo de la clase, nunca mejor dicho.

Hechos 

El futuro cadete (porque terminará siéndolo), llamémosle Mahoney –los amantes de la primera película recordarán que era un delincuente antes de ser policía-, decidió no acudir a la prueba teórica a realizar en Tacoronte en igualdad de condiciones que sus teóricos compañeros, copiando descaradamente para sacar adelante dicha prueba. Un plan que parecía planeado por el mismísimo Capitán Harris, pero que acabó en una escena de comedia dramática para el tramposo Mahoney.

Un engaño destapado por el sonido de un teléfono móvil -bien pudo haber sido el sargento Jones- que destapó las vergüenzas del aspirante y le impulsó a huir despavorido del aula, sin mirar atrás. Anoten en rojo este párrafo.

Rastro

Tras esta ilegítima acción de Mahoney, hijo de padres policías, las investigaciones de este caso de película no se hicieron esperar y no se tardó en comprender un contexto que marcaba una clara línea de actuación lo suficientemente subrayada como para comprender, sin prueba alguna, que Mahoney no era nuevo en las malas artes de las pruebas de acceso.

Viendo los resultados de otras oposiciones en otras localidades distintas al ‘delito’ consumado y descubierto, se pudo deducir que el aspirante acumulaba una serie de cadáveres en forma de exámenes faltos a la ley bajo la misma trampa y, obviamente, previos en el tiempo. Anoten en naranja este párrafo.

Testigos frustrados

Para remarcar el contexto, Mahoney fue pillado haciendo una trampa flagrante y grave que provocó la suspensión inmediata de una prueba de acceso en la que unos 80 futuros cadetes más se secaban el sudor de la frente en la parte final de la misma. La gran mayoría contentos y con grandes aspiraciones. Tiempo, el de la prueba, y tiempo, el de meses, tirados a la basura.

Las semanas pasan y el silencio de las autoridades al respecto es absoluto, más allá del reconocimiento de los representantes institucionales del municipio afectado por las andanzas de este malhechor ‘preparándose’ para detener malhechores.

Pero ¡oh, sorpresa! El verano ha dejado un escenario histriónico para esta loca oposición de (a) policía.

Próximo agente

Resulta que Mahoney está a un paso de poder entrar en una academia local para continuar –si es que algún día la empezó bajo la ley- su formación como policía. Está a un solo aprobado de poder ponerse la placa en el pecho y detener a los tramposos de la ley. Paradójico.

Recogemos aquí el párrafo anotado en naranja, porque el casi cadete Mahoney es finalista en el proceso de una de esas pruebas sospechosas y previas al caso que hizo saltar todo por los aires. Sí, Mahoney, cuya nota en este lugar fue extrañamente la más alta, solo tiene que aprobar, porque, fíjese usted las casualidades del destino, quedan tantos aspirantes finalistas como plazas ofertadas.

La 'suerte' de Mahoney

¡No solo eso! Y es que como si el comandante Lassard estuviera a los mandos para ayudar un poquito más a su protegido Mahoney, la última prueba, que debía realizarse recientemente, se resolverá finalmente en septiembre, por si Mahoney quizá llegaba justito al desenlace.

Casualmente, vamos a decirlo así, es el único proceso en el que se mantiene activo, pues, por vergüenza, rehusó seguir en esos procesos abiertos en los que opositaban con mejores notas ¡Anda! Solo en donde fue pillado se le prohibió acceder a la repetición (ya te sorprenderás).

Giro de los acontecimientos

Pues como buena película, lo mejor es el desenlace. Porque, claro, ustedes llevan un rato preguntándose ¿cómo puede estar a punto de ser policía un aspirante que fue pillado haciendo trampa de forma tan grosera? ¿Cómo puede seguir en procesos activos un futuro agente de la ley que se ha saltado, seguro, la ley una vez y, plausiblemente, unas cuantas más?

Pues recogemos el párrafo rojo.

¡Mahoney nunca fue sancionado por la trampa! Mahoney… ¡Se ha librado de pasarse por el pito del sereno la todopoderosa ley para acceder a ser agente de la ley! ¿Cómo? ¿Por qué? Pues, aunque no se lo crean, porque literalmente no fue pillado copiando lo que la tecnología le permitía escuchar. Lo que viene siendo tener indicios más que claros, pero pruebas no concluyentes. Circunstanciales.

Vuelve a leer el párrafo rojo, que se viene lo mejor. ¿Ya? A Mahoney se le prohibió regresar a Tacoronte a repetir la prueba -la semana pasada, por cierto- porque al poner pies en polvorosa incumplió otra norma: ¡no se puede salir del aula sin permiso del Tribunal! Así que sí, correcto, sí, no intentes analizarlo más. Mahoney se ha ido de rositas por romper la ley, a sabiendas por los que deben saberlo, pero solo se le ha prohibido el acceso a repetir la prueba por irse sin permiso. Es para reavivar la saga.

Testigos doblemente frustrados

¿Y qué ha ocurrido con el resto de aspirantes? Los Hightower, Thompson, Tackleberry y demás pudieron repetir la semana pasada el malogrado primer intento de la prueba teórica de acceso a esa localidad con la injusta, impotente, coraje y rabia de enfrentarse a un examen exponencialmente más complicado, con medidas de seguridad extraordinarias, en el que solo el 25% pudo superar y el 75% suspendió, mientras Mahoney está a un click, con mes y medio extra de entrenamiento, de cazar tramposos. Una loca oposición A policía.

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