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Imagen de la leprosería de Abades, en Tenerife / TURISMO DE TENERIFE

El lugar más escalofriante de Canarias está en Tenerife: "Está lleno de misterios"

Actualmente, este misterioso lugar de Tenerife está en abandono total y se ha convertido en punto de encuentro para fotógrafos, practicantes de paintball y amantes de los misterios

No todos los misterios de Canarias están ocultos entre leyendas o volcanes dormidos. Algunos se alzan en el sur de Tenerife, en silencio, medio en ruinas, medio en pie. Es un lugar que parece detenido en el tiempo, una postal inacabada de otra época, donde los muros murmuran su pasado entre graffitis, escombros y la curiosidad de quienes se atreven a cruzar sus fronteras.

TikTok y otras redes lo han convertido en un destino inesperado. Lo llaman "escalofriante", "paranormal", "lleno de presencias". Pero la historia real es mucho más inquietante que cualquier invención moderna. La realidad de este enclave tiene sus raíces en una enfermedad temida, un régimen autoritario y un proyecto que nunca cumplió su propósito.

La leprosería que nunca fue

Se trata del Sanatorio de Abades, una leprosería inacabada construida en 1943 en las afueras de Arico. Surgió como respuesta al estigma y al miedo que provocaba la lepra, una enfermedad que, aunque nunca alcanzó nivel de pandemia en Canarias, causó un gran rechazo social. Los enfermos eran condenados al ostracismo, doblemente marcados por la enfermedad y por una sociedad que los apartaba sin miramientos.

Las condiciones de vida precarias, la pobreza estructural, la escasa higiene y el aislamiento hicieron de Canarias un foco recurrente de brotes. Tenerife llegó a registrar unos 500 casos de lepra en la década de 1970, más que ninguna otra provincia española.

@tenerifeando Pueblo fantasma de Abades. #tenerife #tenerifeando #abades #pueblofantasma @ivandelatorre74 @yolandasan4 ♬ sonido original - tenerifeando

Un proyecto monumental y fallido

El Cabildo de Tenerife, con financiación del régimen franquista, encargó al arquitecto José Enrique Regalado Marrero —autor del Mercado de África y el Cine Víctor— un ambicioso complejo sanitario. El plan incluía hospital, escuelas, iglesia, crematorio y viviendas para el personal. El estilo, mezcla de neo-canario y arquitectura franquista, reflejaba la ideología nacional-católica del momento.

Pero el Sanatorio de Abades nunca llegó a albergar a un solo paciente. Los avances médicos, especialmente con la dapsona, y el cambio en la mentalidad social hicieron innecesaria su apertura. Lo que prometía ser un centro de reclusión sanitaria terminó convertido en un esqueleto arquitectónico bajo el sol.

Del olvido al abandono

Durante los años 70, el sanatorio fue usado como acantonamiento militar por la Falange para prácticas de tiro. Más tarde, abandonado nuevamente, quedó a merced del tiempo. En 2002, pasó a manos de un promotor italiano que soñaba con levantar allí un complejo turístico con 3.000 camas, aunque ese proyecto nunca llegó a materializarse.

Hoy el lugar permanece en estado de abandono total. La basura, las pintadas y el silencio dan forma a su nueva estética. Se ha convertido en punto de encuentro para fotógrafos, practicantes de paintball y amantes del misterio.