El 15 de agosto de 2023, Tenerife sufrió uno de los peores incendios forestales de su historia. Las llamas arrasaron unas 14.000 hectáreas y obligaron a desalojar a más de 12.000 personas en once municipios. Dos años después, un proyecto de ciencia ciudadana revela cómo ha cambiado el paisaje, del negro del fuego al verde de la recuperación… aunque no en todos los rincones por igual.
Un seguimiento inédito
Poco después de que el incendio quedara controlado, la Asociación Fénix Canarias, en colaboración con técnicos del área de Medio Natural del Cabildo, puso en marcha el Proyecto Tótems Tenerife.
Se instalaron 19 puntos de observación en senderos, pistas y miradores que atravesaban ecosistemas como el monteverde, el pinar canario, masas de pino radiata y matorral de cumbre. Cada tótem incluía un código QR para que visitantes y senderistas fotografiaran el mismo encuadre en distintos momentos y enviaran las imágenes a la asociación.
El resultado ha sido un archivo de más de 1.800 fotografías enviadas en dos años, que han permitido crear timelapses estacionales y extraer valiosos aprendizajes sobre la regeneración postincendio.
Recuperación desigual
Las comparativas muestran que el pino canario conserva una gran capacidad de rebrote, pero la recuperación del conjunto del pinar y de otros ecosistemas es mucho más lenta. El matorral de cumbre o el monteverde apenas presentan signos de regeneración, y el pino radiata introducido no ha rebrotado.
Según Fénix Canarias, la protección del suelo, las talas selectivas y el control de herbívoros son medidas clave para evitar la degradación y favorecer la recolonización natural.
Ejemplos como el reverdecimiento del pinar en Chipeque contrastan con la lenta recuperación en la Pista de Benijos o la ausencia de brotes en las retamas quemadas de El Alto de Guamaso.
Colaboración institucional
El Proyecto Tótems Tenerife ha contado con el apoyo del Cabildo de Tenerife y de empresas como Fred.Olsen Express, Redeia y Ayagaures Medio Ambiente (Grupo Pérez Moreno).
