El nuevo Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide (PRUG) plantea la prohibición del uso de bastones con punta de metal e incluso cubiertos con goma solo permitiendo su uso cuando el terreno esté cubierto por nieve o hielo, un hecho que ha indignado a colectivos de montañeros y guías de montaña de la isla de Tenerife.
Este mes de septiembre se ha hecho público el informe de respuesta a las alegaciones recibidas en el trámite de información pública del PRUG del Teide, donde entre ellas dan respuesta negativa a la petición de que se elimine dicha prohibición.
Javier Martín-Carbajal, guía de escalada e instructor de montaña, explica que los bastones de montaña forman parte del equipo del montañero, y son además un elemento necesario que mejora el equilibrio y aporta estabilidad. Además, recuerda que el montañismo es "una actividad tradicionalmente practicada" en el Parque Nacional del Teide.
“Son fundamentales”
Martín-Carbajal considera que la norma no tiene sentido. “Los bastones mejoran el equilibrio y la estabilidad, sobre todo cuando se va con peso, reducen el impacto en las articulaciones, te dan mayor seguridad en terrenos irregulares o resbaladizos y dan la posibilidad de crear refugios improvisados o usar como férulas de emergencia. Además ayudan a las personas mayores o en la prevención y recuperación de lesiones”, detalla.
“Donde se prohíbe es en senderos --porque no te permiten salir--, que ya están allanados, pisados, por lo que no afecta para nada el uso de bastones, porque ya están modificados. ¿Qué ocasiona ese impacto que argumentan?”, cuestiona Javier.
Prohibición
La indignación del colectivo de montañeros y guías de montaña viene por lo expuesto en el informe que responde a las alegaciones hechas. Este informe dice que “hay un impacto continuado y repetitivo de los bastones con puntas de metal sobre el suelo aunque estén protegidos con forros de goma, porque penetran y dañan los frágiles sustratos volcánicos del Teide, removiendo la capa superficial y exponiendo las capas subyacentes más susceptibles a la erosión, modificando la estabilidad del terreno”.
Por otro lado recoge que “también destruyen las raíces y las partes superficiales de las plantas, afectando a su crecimiento y supervivencia, y alterando los microhábitats específicos del suelo” y que “tienen una mayor probabilidad de resbalar en superficies rocosas, aumentando el riesgo de accidentes, y de ocasionar heridas a otras personas en el caso de tropiezos y caídas”. Unas afirmaciones que, reitera Martín-Carbajal, no tienen sentido ya que los bastones “aportan múltiples beneficios desde mejorar el equilibrio a la seguridad o servir en situaciones de emergencias” e insiste en que esos senderos “ya se encuentran superconstruidos e incluso hasta empedrados”.
Apoyo
Otros profesionales del sector también han mostrado su indignación. "La contestación a la alegación es absurda e incoherente. Los senderos oficiales del parque se caminan con botas y calzado que, igualmente, erosionan el terreno. Por eso (y otros motivos) se han realizado estos senderos, precisamente para que guías y visitantes caminemos por ellos y respetemos la normativa de no salirnos de su recorrido. El uso de bastones, como sabemos, ayuda a progresar con seguridad en terrenos volcánicos irregulares y con cierto desnivel. Si se prohíbe el uso de bastones de trekking/montaña muchos de nuestros clientes no contratarán nuestros servicios y será el principio de una larga lista de llamadas al teléfono 112 por accidentes que se han podido evitar", afirma uno de ellos.
José Carlos Herrero, guía de montaña y educador ambiental, también coincide. "Es un error, y muy peligroso. Lo que tiene que primar en un lugar como el Parque Nacional del Teide es la seguridad. Estamos demandando todo el día que no haya rescates y se prohíbe un elemento básico para cualquier ruta de montaña. Además como educador ambiental discrepo del perjuicio que pueda ocasionar en un sendero, que es por donde caminamos. Esperemos que rectifiquen", valora.
