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Maikel Delacalle en uno de sus conciertos / EFE

El rincón favorito de Maikel Delacalle en Canarias: "Qué menos que dedicarle una canción"

Maikel Delacalle nunca olvida sus orígenes y nunca deja atrás ese paisaje físico y emocional que lo forjó como artista

Hay lugares que marcan tanto que terminan convirtiéndose en versos, en melodía, en recuerdo. Para algunos artistas, la inspiración nace en cualquier esquina; para otros, como Maikel Delacalle, surge en lo más alto de su isla. No se trata solo de raíces, sino de devoción. De mirar a lo lejos y sentir que todo lo vivido merece convertirse en canción.

En una antigua entrevista concedida a Diario de Avisos, el artista tinerfeño confiesa el peso que tiene su tierra en su obra, en su estilo y en su corazón. Porque si algo ha dejado claro Maikel a lo largo de su carrera es que, por más lejos que llegue, Tenerife siempre está presente.

Un símbolo

Durante la charla con Diario de Avisos, Maikel desveló cuál es ese rincón de Canarias que más le inspira. Y no es otro que el Teide. En sus propias palabras: “Todos hemos ido al Teide con algún amorcito. Además, para nosotros el Teide es papá Teide, qué menos que dedicarle una canción”.

El rapero hace esta mención en el contexto de una de sus canciones, justamente titulada Teide. Como él mismo apuntaba en la entrevista, se encontraba en una etapa de su vida en la que hablaba mucho de amor, pero sin dejar atrás ese paisaje emocional y físico que forma parte de su identidad.

Orgullo tinerfeño

Maikel Delacalle, nacido en San Isidro, Granadilla de Abona, ha conseguido posicionarse como una de las voces más sólidas del género urbano nacional. Con millones de reproducciones en plataformas como Spotify o Apple Music, ha trabajado junto a grandes nombres de la industria y ha llevado su música a escenarios internacionales.

Sin embargo, tal y como reafirma siempre, no olvida su origen. En sus letras, en su estética y en su narrativa, siempre hay espacio para los paisajes y emociones que nacen en su Tenerife natal. El Teide no solo aparece como escenario, sino como personaje, como referente, como símbolo del arraigo.