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Imagen del sendero / CABILDO DE TENERIFE

Así es la ruta menos conocida del Teide: un camino secreto entre paisajes volcánicos y lunares

Una ruta escondida entre lavas recientes, antiguas huellas y vistas únicas al Teide que pocos conocen: sin aglomeraciones, sin necesidad de permisos y perfecta para descubrir el lado más silencioso del parque

Bajo un cielo inmenso y a través de un mar de ceniza volcánica, existe un sendero olvidado que parece haber sido diseñado para el silencio. No hay turistas, apenas viento, y lo que se escucha es el leve crujir de tus botas sobre el picón.

Esta ruta, lejos de las multitudes y de los circuitos habituales del Parque Nacional del Teide, es un pasadizo entre mundos, una vía que en su día cruzaron pastores y comerciantes, y que hoy se abre solo para los que aún buscan la belleza en lo invisible.

Sendero PNT-32: entre miradores y lavas antiguas

Este camino conecta la zona suroeste del parque, desde el Mirador de Sámara, hasta el tramo bajo del sendero PNT-09 (Teide - Pico Viejo - Mirador de las Narices del Teide). Con una longitud de apenas 2,42 km y una duración estimada de 1 hora y 50 minutos, el recorrido transcurre sobre antiguos caminos reales usados por quienes ascendían a la cumbre de la isla. La altitud máxima alcanza los 2.070 metros, regalando vistas abiertas hacia el sur de Tenerife y otras islas vecinas.

Durante buena parte del trayecto caminarás sobre picón volcánico y lavas de escoria, huellas geológicas recientes que contrastan con la erosión provocada por siglos de paso humano. El desgaste en algunos tramos aún deja entrever cómo este sendero fue, durante generaciones, un eje de conexión entre lo humano y lo salvaje.

Naturaleza y perspectiva en un paisaje lunar

Lo más destacado de este itinerario es la perspectiva única del Teide y Pico Viejo, distinta a la que se obtiene desde los miradores más frecuentados del parque. El sendero ofrece también la oportunidad de observar formaciones geológicas que, lejos de haber sido moldeadas por el tiempo, parecen recién nacidas de la tierra.

La ruta está señalizada con el código PNT-32, sobre paneles de color verde oscuro. El acceso es libre, sin necesidad de permisos, lo que la convierte en una opción ideal para exploradores que buscan rutas menos transitadas pero igualmente fascinantes.

Recomendaciones para tu visita

Aunque se trata de un camino cómodo y de dificultad media, es fundamental llevar calzado adecuado para transitar sobre terreno volcánico, además de protección solar y agua suficiente. La altitud y la exposición al sol pueden afectar el ritmo de caminata, así que se recomienda tomarlo con calma y disfrutar del paisaje en cada tramo.

Este sendero no es solo una excursión: es un viaje al corazón oculto del Teide, donde cada paso cuenta una historia y cada piedra guarda un eco del pasado. Un secreto geológico al alcance de quien esté dispuesto a caminarlo.