Socorristas del municipio tinerfeño de Santiago del Teide salvaron la vida de dos niñas, de cuatro y ocho años, respectivamente, tras ser arrastradas por la corriente en la Playa de La Arena. Son dos casos de evidente negligencia de sus tutores, tal como relata el máximo responsable del servicio de socorrismo.

El primero de los hechos se produjo el pasado viernes cuando una menor de ocho años de edad, de nacionalidad francesa,se lanzó al mar desde una zona de rocas a considerable altura, justo cuando ondeaba la bandera roja por fuerte oleaje.

“Cuando llegamos a la zona, las olas batían con fuerza”, relata a la plataforma 'Canarias, 1.500 Km de Costa', Adolfo García Jiménez, coordinador del servicio de socorrismo de las playas del municipio, “mientras que su madre, desde el alto, reía. La niña, atacada y en estado de pánico, estaba siendo succionada por la resaca, momento en que el padre, arriesgándose aser arrastrado, intentaba darle la mano desde las rocas... Lo peor es que previamentese les había advertido con indicaciones acústicas, pero nos echó la culpa una vez los sacamos del agua”, explica el profesional con evidente enfado.

Los padres, durmiendo en una hamaca
El segundo de los casos se producía ayer lunesen el mismo punto de la costa tinerfeña con una niña de cuatro años, de nacionalidad polaca,como protagonista. “La pequeña se encontraba sola en la orilla de Playa La Arena y en un momento determinado una ola la arrastraba mar adentro”, describe el responsable de los socorristas.

“Acudimos a toda prisa porque el oleaje la alejaba de la orilla muy rápido. Finalmente, pudimos rescatarla con cierta dificultad. La niña, en evidente estado de shock, lloraba desconsolada. Cuando hicimos las gestiones para localizar a sus padres en la misma playa, nos encontramos con la gran sorpresa: padre y madre dormían boca abajosobre sendas hamacas, a unos 60 metros de distancia de donde se bañaba la pequeña… ¡No se habían enterado que unos minutos antessu hija casi muere por ahogamiento!”, exclama García.

En una sola jornada, los profesionales del socorrismo de este municipio intervinieron en cincorescates, de los cuales cuatro eran menores. En todos los casos,ondeaba la bandera roja y playa balizada por fuertes corrientes. Tras el episodio de la niña de origen francés, “se nos tiran al agua tres adolescentes de entre 14 y 16 años, saltándose todas las señales de peligro”, relata Adolfo García Jiménez.

El caso más relevante acaecido este fin de semana fue la evacuación, de urgencia con unidad móvil, de una señora de 59 añoscon insolación yque no respondía al seguimiento de los primeros auxilios.

Este profesional del socorrismo, con reputada trayectoria en el socorrismo acuático, y bajo cuya responsabilidad está la vigilancia de Playa de La Arena, Playa de los Gigantes, Playa Puerto De Santiago y de Costa de Santiago del Teide,llama la atención en el repunte detectado de jóvenes que ingieren alcohol desdeprimeras horas de la mañana y que ponen su vida en peligro al entrar en el agua. “Un serio problema. Se envalentonan y comenten graves imprudencias que nos obligan a actuar”.