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Central de geotermia. / IMAGEN DE LA RED

Tenerife podría estrenar su primera planta geotérmica en 2030

El proyecto, con una inversión de 86 millones, se desarrolla en Vilaflor de Chasna y busca aprovechar el calor del subsuelo para generar electricidad

La primera planta de generación eléctrica con energía geotérmica en Tenerife podría estar en marcha en 2030, siempre que los sondeos de investigación en Vilaflor de Chasna confirmen el potencial del recurso.

Así lo ha anunciado el director de DISA Renovables, Joaquín Gurriarán, en un encuentro informativo con vecinos del municipio, organizado por el consorcio Energía Geotérmica de Canarias (EGC).

El futuro energético

En la reunión, los responsables del proyecto presentaron una recreación de cómo se integraría la futura central en el entorno. El presidente de EGC y consejero de Innovación del Cabildo, Juan José Martínez, destacó que Vilaflor es la zona con mayor potencial geotérmico en superficie de toda la isla.

“La energía geotérmica sería para Tenerife como tocarnos la lotería. Ahora mismo dependemos casi por completo de la fotovoltaica y la eólica, y apenas llegamos al 20% de renovables. Con la geotermia daríamos un salto real hacia un modelo sostenible y estable, con un impacto mínimo en el territorio”, señaló Martínez.

Inversión millonaria 

El proyecto contempla una inversión total de 86 millones de euros, de los cuales la mitad estarán financiados por el Estado. Además, se beneficiará de los fondos Next Generation de la Unión Europea, con una aportación de 43,2 millones del Plan de Recuperación.

Cada estudio en profundidad tendrá un coste cercano a los 10 millones de euros, y en el caso de Vilaflor se usará agua de la desaladora de Fonsalía. Según los responsables, el impacto será mínimo, no afectará al regadío y se reacondicionarán los caminos de acceso a las zonas de exploración.

Seguridad, agua y energía limpia

Martínez aseguró que el proyecto no presenta “ninguna debilidad que no tenga solución” y que, incluso, dejará un excedente de agua para el municipio. La planta, con una potencia prevista de 5 MW, permitiría evitar el consumo de unos 72.000 barriles de petróleo.

Por su parte, Gurriarán defendió la geotermia como una fuente que aportará “tranquilidad frente a apagones” y reducirá la dependencia de los combustibles fósiles. “Estamos solo en fase de sondeos de investigación, no en la construcción inmediata de una central”, matizó.

Una oportunidad 

El director del Involcan, Nemesio Pérez, recordó que Canarias es el único territorio de España con potencial geotérmico de alta entalpía. “Llevamos décadas investigando y no podemos dejar pasar esta oportunidad. Si quieres ganar el partido, hay que jugarlo”, afirmó.

Pérez defendió la necesidad de reforzar las labores de información y concienciación ciudadana en torno a este proyecto, que permitirá ampliar el conocimiento sobre el subsuelo de Tenerife a distintas profundidades, aportando información clave sobre la litología y la evolución geológica en la formación del edificio volcánico de la isla.

Jornadas

La jornada también incluyó ejemplos internacionales, como la planta de la isla de San Miguel (Azores), que ya cubre el 21% de la demanda eléctrica local, y repasó los sondeos históricos en Tenerife y Lanzarote, que demostraron no dejar huella ambiental en las zonas exploradas.

La sesión concluyó con un turno de preguntas en el que los vecinos y vecinas pudieron resolver sus dudas sobre el uso del agua, la viabilidad del proyecto y su integración en el paisaje.

El consorcio EGC está integrado por el Cabildo de Tenerife a través de ITER e Involcan, la empresa DISA y la islandesa Reykjavik Geothermal. Su objetivo es explorar y desarrollar el potencial geotérmico de la isla mediante permisos de investigación y estudios de viabilidad.