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Imagen exterior del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. / CEDIDA

La unidad de preanestesia de La Candelaria ha atendido a casi 500 pacientes desde que se creó

A través de un equipo multidisciplinar de profesionales, se trata a las personas que van a someterse a una intervención quirúrgica compleja para optimizar su capacidad funcional

La Unidad de Prehabilitación Preanestésica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria ha atendido a 489 pacientes en los casi tres años que lleva en funcionamiento.

A través de un equipo multidisciplinar de profesionales, se trata a las personas que van a someterse a una intervención quirúrgica compleja para optimizar su capacidad funcional y prepararlas para la operación y el posoperatorio durante cuatro semanas.

Preparación

Actualmente se prepara a los pacientes que se van a someterse a una cistectomía, una histerectomía, cirugías esofagográsticas, cirugías torácicas complejas o pancreáticas y aquellas que llevan quimioterapia intraoperatoria por cáncer de origen ginecológico o intestinal, detalla la Consejería de Sanidad en un comunicado.

Esta unidad, impulsada y coordinada por el Servicio de Anestesiología, consta de representantes quirúrgicos de las áreas de Urología y Cirugía General, y de un equipo multidisciplinar entre los que se encuentran los servicios de Endocrinología, Hematología y Rehabilitación.

Perfil

El perfil del usuario que acude a ella se centra, habitualmente, en personas entre los 65 y 80 años, con baja forma física, poca actividad y baja capacidad pulmonar, debido mayormente a la edad y al sedentarismo y las enfermedades de base.

Los pacientes deben realizar, durante las cuatro semanas previas a la intervención, terapia nutricional y física específica para cada caso.

Además, se pauta fisioterapia respiratoria y motora, si lo requiere, y se insta al paciente al abandono de hábitos tóxicos.

Avalado

La puesta en marcha de esta unidad viene avalada por la evidencia científica, que demuestra que este tipo de terapia se asocia a un aumento de la capacidad funcional y la reserva fisiológica de los pacientes, de forma que el pronóstico de los usuarios es más alentador tras la pérdida de masa muscular, y el empeoramiento del estado físico del paciente que se asocia al proceso oncológico, a la operación y el tiempo de reposo que conlleva.

Esta modalidad ha demostrado una disminución de las complicaciones del posoperatorio, lo que se asocia, además, a una disminución de estancia hospitalaria de los pacientes hasta en dos días en algunos casos.