La Accademia Art Gallery dona la escultura `Disco Tensione´ de Meggiato al Museo Diocesano

La obra, que está fundida en aluminio y magnesio pintado de negro con acero inoxidable Aisi 316, tiene una dimensión de dos metros de diámetro

Guardar

En la foto, de izqda. a dcha. El canciller del Obispado, Eloy Santiago; Gianfranco Meggiato; el Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos y José Lavandera  / DC
En la foto, de izqda. a dcha. El canciller del Obispado, Eloy Santiago; Gianfranco Meggiato; el Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos y José Lavandera / DC

La Accademia Art Gallery ha donado la escultura Disco Tensione del escultor italiano Gianfranco Meggiato (Venecia, 1963), al Museo Diocesano de Arte Sacro de Las Palmas de Gran Canaria. 

El acto de entrega de la obra donada se desarrolló en el Patio de Los Naranjos de la Catedral, donde está situado el Museo y contó con la presencia de la directora de la Accademia Art Gallery S.L., Oleksandra Diachuk, el escultor y autor de la obra, Gianfranco Meggiato, el director del Museo Diocesano, José Lavandera, y el Obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor José Mazuelos

Acero y magnesio

La escultura ha participado en diversas exposiciones, la última en Cerdeña en la Costa Esmeralda. Disco Tensione, que está fundida en aluminio y magnesio pintado de negro con acero inoxidable Aisi 316, tiene una dimensión de dos metros de diámetro. Con ella, su autor quiere expresar "el proceso de búsqueda interior de la persona, semejante a un laberinto intrincado que, a través de un camino de reflexión, llega a su punto de destino y que supone una elevación espiritual”

Con esta obra, el escultor italiano quiere hacer una contribución al patrimonio del pueblo canario después de residir en Gran Canaria los últimos diez años, cuya singularidad quiere expresar en el color de la obra, similar a la piedra volcánica. 

Meggiato

Gianfranco Meggiato estudió escultura en piedra, bronce, madera y cerámica en el Instituto Estatal de Arte de ciudad natal de Venecia. 

En su obra mira a los grandes maestros del s. XX como Brancusi, Moore o Calder. En la obra de Meggiato destaca el espacio y el vacío. En efecto, lo esencial es invisible a los ojos, los ideales, los sentimientos, los sueños no se pueden tocar, sólo se pueden vivir. El artista modela sus esculturas inspirándose al tejido biomorfo y al laberinto, que simboliza el camino tortuoso del hombre en la búsqueda de sí mismo, desvelando su propia esfera interior. 

De esta manera, el maestro Meggiato se refiere al concepto “intro-escultura” en el que la mirada del observador es atraída hacia el interior de la obra, no limitándose solamente a la superficie exterior.