El banco malo saca a subasta los Multicines Monopol

El local, con siete salas y que permaneció abierto durante casi tres décadas completas, está cerrado desde octubre de 2020

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Entrada a los Multicines Monopol. / AH
Entrada a los Multicines Monopol. / AH

Los Multicines Monopol, durante más de 20 años, se convirtieron en un refugio. Fuera, en la calle, podían caer bombas, quebrar los bancos, desplomarse la humanidad agarrada a la mezquindadfundirse los plomos del planeta o venir los extraterrestres. Allí dentro, durante un par de horas, uno se permitía el lujo de soñar. Por sus pantallas se asomó Shakespeare enamorado; descubrimos la belleza de la sencillez, a través de la historia de amor de Carl y Ellie Fredricksen, durante la primera media hora de Up; nos imaginamos un mundo mejor gracias al grupo de caza-nazis que parió Quentin Tarantino en Malditos Bastardos; salimos acongojados con el universo creado por Wong Kar-wai en 2046; y nos prometimos un penúltimo baile como Wiktor y Zula en Cold War. Todo eso se acabó: sus siete salas cerraron en octubre de 2020 y la propiedad pasó al banco malo, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria –más conocida por su acrónimo Sareb–, que ahora saca a subasta el cine.

En octubre de 2020, tras solicitar un crédito ICO de 150.000 euros y cuatro meses después de su reapertura tras el confinamiento, sus siete salas cerraron y Las Palmas de Gran Canaria perdió las únicas pantallas que apostaban por el cine independiente, lejos de la órbita de los blockbusters, y que no formaban parte del circuito de grandes cadenas. La propiedad, desde su apertura en manos de la familia Melo, pasó a manos de la Sareb, que ahora ha iniciado el proceso para tasar la propiedad y sacarla a subasta.

Caída

La pérdida constante de espectadores que han registrado los cines españoles durante los últimos 20 años –entre la piratería, el crac del 2008 y la proliferación de plataformas de streaming–, la pandemia provocada por el coronavirus y varias decisiones erróneas en la gestión del negocio durante los últimos tiempos –como malas elecciones en la programación o romper con el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria– acabaron por rematar a los Multicines Monopol.

Desde su apertura, a finales de los años 90, los Monopol se convirtieron en punto de encuentro de espectadores fieles –desde cinéfilos hasta un buen número de mujeres jubiliadas (era el grupo mayoritario de los beneficiarios de su Plan de Fidelidad)– y fueron sede cinematográfica del Festival de Cine de la capital grancanaria, acogió la proyección de la Filmoteca Canaria durante la remodelación del Teatro Guiniguada y cobijó al Monopol Music Festival o Ibértigo.

Más de 2.000 metros

Entre las siete salas, la zona de taquillas, pasillos y baños, los Multicines Monopol ocupan algo más de 2.000 metros cuadrados en el centro histórico de la ciudad y cuentan, además, con licencia para diferentes usos –como la organización de espectáculos–. En 2008, sus propietarios pusieron el local a la venta y en 2012 el negocio superó un concurso de acreedores.