'Damsel': Fresnadillo está tocando a la puerta

La película protagonizada por Millie Bobby Brown pasa como una aventura estilo Netflix para un target tan determinado que, pese a su guion, puede dar la campanada como uno de los títulos de 2024 en cuanto a cifras se refiere

Guardar

El cartel de 'Damsel', con el 8 de marzo como día de estreno, y Juan Carlos Fresnadillo. / AH
El cartel de 'Damsel', con el 8 de marzo como día de estreno, y Juan Carlos Fresnadillo. / AH

Un andamio en el cine Víctor. Un andamio mal disimulado en el espacio cinematográfico de las grandes noches santacruceras, que se vestía de gala para el cuarto largometraje de Juan Carlos Fresnadillo, el tinerfeño que hizo creer a los canarios que podían soñar con Hollywood.

Nadie dudó que el andamio estaba ahí porque no quedaba otra opción, porque era necesario. El alcalde José Manuel Bermúdez, recibiendo a los invitados a las puertas del recinto, bien hubiese quitado la maldita plataforma para que todo fuese perfecto, pero no era posible.

El evento lo requería. No ha llegado a los extremos de Terrence Malick, pero casi trece años han pasado desde que el director que se dio a conocer con Esposados, nominada al Oscar, estrenase película y las expectativas estaban muy altas. Pocos son profetas en su tierra y en el Santa Cruz contemporáneo es probable que solo lo sean Caco Senante y Juan Carlos Fresnadillo.

La Bella Durmiente 4.0

La premisa de Damsel, un tanto manida, invitaba a pensar en una curiosa reformulación del clásico de La Bella Durmiente, enfrentando esta nueva Aurora, por sí misma, al dragón que la tenía cautiva.

El propio nombre de la protagonista lo repetía la fiera con meditada (quizás intencionada) pausa en la primera sílaba -El(le)-O-Die-. Los nombres de su hermana Floria y de su país Aurea también evocaban al clásico popularizado por los hermanos Grimm.

Millie Bobby Brown, estrella indiscutible de Stranger Things, uno de los éxitos que ha hecho que Netflix sea lo que es hoy, se erige como protagonista y productora y capitaliza una historia que tampoco podía haber dado mucho más de sí sin salirse del público al que va dirigido.

Enfocado en esa línea acierta el director tinerfeño al ofrecer al público más mainstream lo que se pide de este tipo de producciones, pero no se puede obviar que la película está plagada de lugares comunes que no sorprenderán al espectador añejo.

De cualquier modo son escenarios en los que el target al que va dirigida la película se siente cómodo y por ello lo nuevo de Fresnadillo puede ser un éxito para la plataforma que suponga nuevos proyectos de mayor calado para el realizador.

No hay guion

Si es cuestión de analizar, lo cierto es que la inconsistencia de la trama es tan grande como el andamio que circundaban los despistados asistentes al salir de la proyección.

La presentación de los personajes es cuando menos vaga, con poca atención al contexto de los protagonistas, las situaciones deus ex machina se suceden por doquier y demasiadas cosas quedan sin explicar.

Todo lo anterior lo simbolizan unos gusanos que estaban allí porque era la segunda parte contratante de la primera parte y para intentar darle una temperatura de color distinta a la habitual en ese sub-sub-género que son las “películas de cuevas”.

Gracias por venir

Otra cosa no, pero no se le puede negar a Fresnadillo que cada nueva producción nos la regala con la presencia de iconos de la pantalla como Max Von Sydow, Robert Carlyle o Clive Owen.

En esta ocasión hablamos de un Ray Winstone siempre a la altura; de Robin Wright, tan preocupada por su rictus y su pronunciación que nos hurtó toda posibilidad de disfrutar de la evolución outsider de la princesa prometida; y la gran Angela Basset, cuya presencia no tenía sentido pero oye, What´s love got to do with it?

Nombres ilustres en favor de la estrella emergente Millie Bobby Brown, quien parece haberle cogido tranquillo (inside joke) a esto de ser la heroína del cuento. No es para menos, dado el furor creado alrededor de Stranger Things, donde es la reina y señora.

Aquí, tras ser la hermana de Sherlock Homes en otra producción de Netflix, pone el piloto automático, como también toda la producción. Sirva como ejemplo el manoseado ojo del dragón avisando ante cada ataque. En cualquier caso, se disfruta el cazar referencias cinematográficas y Damsel tiene muchas, lo cual se agradece en estos casos.

A por más

Casi treinta años hace del canutazo de Ana García-Siñeriz a aquel director que venía de aquí al lado y se plantó en la alfombra roja por excelencia. Con un corto atrevido, Esposados, imprevisiblemente previsible, en blanco y negro y con su actor protagonista tan comprometido que ofreció su dinero para terminar el rodaje. La historia lo pedía.

Vino después un film de culto. Intacto no deja de ganar con los años. El vehículo de entrada de Leonardo Sbaraglia en el mercado español fue un soplo de aire fresco cimentado en clásicos muy maduros, dígase Eusebio Poncela y Von Sydow o, lo que es lo mismo, palabras mayores. Ucanca nunca lució mejor.

Lo siguiente fue coger el testigo de Danny Boyle, director del ya clásico 28 días después, protagonizado por el virtual ganador del próximo Oscar al mejor actor, Cillian Murphy. Con un reparto estelar, Fresnadillo, quien sí tuvo en esta ocasión (y por última vez, por ahora) crédito de guion, se sacó de la manga en 28 semanas... una de esas pocas excepciones al dicho que reza que segundas partes nunca fueron buenas.

De Intruders se pueden decir muchas cosas, pero con lo bien que lo hace siempre Carice Van Houten es una falta de respeto no otorgarle crédito a una actriz sobresaliente.

Entonces llegó Damsel y no se puede decir que Fresnadillo haya ofrecido nada nuevo, tampoco nada malo.

Sigue el manual, como sigue el andamio en la puerta del cine. Dice Depedro:

Mira, soy más de lo crees. Estoy llamando a tu puerta,
esa que nunca está abierta. Esa que voy a romper.

 

Damsel se estrena en Netflix este viernes 8 de marzo de 2024.