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Imagen de una persona entrando en el agua / PEXELS

Esta es la expresión que usan los canarios para la perseverancia: en España la usan para otra cosa

Este refrán canario resume, en pocas palabras, el valor de la constancia, la disciplina y la meritocracia

En Canarias existe un refrán popular que, más allá de su tono coloquial, encierra toda una filosofía de vida. Se trata de una expresión que muchos isleños escucharon desde pequeños y que sigue vigente como recordatorio de que los logros no se alcanzan sin esfuerzo.

Lo curioso es que, mientras en el resto de España esta frase tiene un uso más literal o anecdótico, en las islas se ha transformado en un auténtico emblema de constancia y trabajo duro.

El refrán popular

El refrán al que nos referimos es “el que quiera lapas, que se moje el culo”, una expresión profundamente ligada a la vida costera del archipiélago. Su origen se remonta a los antiguos pobladores canarios, que durante la bajamar se adentraban en las rocas para recolectar lapas y almejas, uno de los alimentos básicos de su dieta.

El trabajo no era sencillo: para acceder a estos moluscos era necesario acercarse al agua, exponerse a las olas y, en muchas ocasiones, mojarse por completo. De ahí surgió la metáfora: si querías conseguir algo de valor, debías arriesgarte y esforzarte para lograrlo.

Origen e interpretación

La tradición de recolectar marisco en las costas forma parte del acervo cultural de Canarias desde hace siglos. Las lapas no solo eran alimento, también sus conchas se reutilizaban como utensilios o elementos decorativos, lo que les daba un valor añadido en la vida cotidiana.

Con el paso del tiempo, la frase dejó de usarse únicamente en sentido literal y comenzó a transmitirse como un refrán de perseverancia. Hoy en día, los canarios lo emplean para recordar que nada llega sin esfuerzo, que no hay recompensa sin sacrificio y que, si se quiere alcanzar una meta, hay que estar dispuesto a superar obstáculos.

Filosofía de vida en Canarias

La fuerza de esta expresión reside en su sencillez. Decir “el que quiera lapas, que se moje el culo” es una manera directa de transmitir la idea de que los logros personales y profesionales requieren compromiso. No se trata de esperar resultados sin actuar, sino de poner manos a la obra y asumir las dificultades como parte del camino.

Este refrán canario resume, en pocas palabras, el valor de la constancia, la disciplina y la meritocracia. Su vigencia demuestra que, más allá de la anécdota, se ha convertido en un recordatorio atemporal de que los buenos resultados solo se consiguen con dedicación.