En estos días navideños, el Canal de Gastronomía de AH está rescatando algunos de los artículos que hemos considerado más relevantes de lo que ocurrió a lo largo de estos doce meses en el ámbito de la gastronomía canaria y global. Pongámonos en clave de aquel mes que abrió el año que se nos va en unos días.
Antes que nada estos datos. Recientemente, en el Congreso Internacional San Sebastián Gastronomika, los hermanos Padrón, Juan Carlos y Jonathan, presentaban con su equipo en el Auditorio Principal del Kursaal una ponencia acerca del aguacate, basada en los ensayos de I+D de El Rincón de Juan Carlos (Los Gigantes, Santiago del Teide, una estrella Michelín). También el crítico nacional Carlos Maribona (“Salsa de Chiles”, ABC) escribía una crónica donde resaltaba la sutileza del restaurante gastronómico. Pero, ¿quién ha estado allí todos estos años como núcleo de cohesión, como pilar fundamental de piña que es esta familia? Ina León, una las grandes damas de la cocina canaria.
Aunque ya retirada de la cocina profesional, constituye siempre una pieza relevante de El Rincón de Juan Carlos. Ina, junto a sus hijos y a sus nueras, es ejemplo de perseverancia, de tener a la familia como una piña… Han ‘llovido’ incontables reconocimientos, premios, la estrella Michelín,… todo esto ha sido fruto de un encomio gigantesco y una evolución digna de titanes. Ina León, la madre y cocinera ha estado ahí siempre.
La 'piña' de El Rincón de Juan Carlos | atlanticohoy.com
¿Qué fundamenta toda esta maravilla en el plano culinario? “Gracias a Dios, mi marido fue un gran cocinero; ojalá hubiese estado aquí para estar con ellos. Son geniales, y no porque sea su madre -ríe- Ya desde pequeños apuntaban a que iban a hacer algo en la cocina. Ellos siempre estaban aquí; Jonathan cogía las verduritas y las ponían en el caldero. Juan Carlos, a raíz de la muerte de su padre, se metió de lleno”.
“No hacía 8 horas o 10 horas, no; estaba 15 horas y se marchaba a Playa de la Arena, a Casa Pancho, en Playa de La Arena, un jovencito, prácticamente un niño. Siempre han estado ahí, al pie del cañón, un chorro de horas y muchas veces, aún culminado el servicio, se ponen a estudiar. Casi no tienen fin en busca de proyectos, con una ambición culinaria siempre viva para ser mejores ellos mismos”, afirma Ina León.
La cocinera también tuvo que adaptarse. Venía de esa escuela de platos sencillos, fondos ricos, gastronomía gustosa, pero sus hijos le llevaron por otros caminos. “No tenía más remedio que adaptarme –asevera-; a Juan Carlos le gustaba cambiar la carta, del todo, y yo le decía que plato por plato…”.
Luego llegó la estrella Michelín, en noviembre de 2015. ¿Cómo recibió Ina León ese reconocimiento. Yo creo que la más contenta que me puse fui yo; estábamos todos en la cocina… Jonathan tenía el móvil sobre la mesa y cuando dicen: ‘El Rincón de Juan Carlos’, yo me volví ‘loca’. Se lo merecían. Tenían incluso un compromiso en la Península pero ni fueron a recoger un premio”.
Ina León rememora historias, vivencias muy intensas acerca de esa estrella Michelín. “Tú los conoces Francisco: son así como se muestran; humildes, buenas personas, como sus respectivas esposas, María José y Raquel. Para vernos tenemos que estar aquí con ellos –ríe nuevamente-“. Todo un modo de vida.
¿De los platos sofisticados, del borbotón creativo de tus hijos, por cuál te decantarías? “Diría que el turrón de morcilla, que es buenísimo; el ravioli,… Qué va, no se puede elegir porque todos son muy buenos”. ¿Pero cuál es el plato estrella cuando están en casa? “Preparamos lo de siempre. Les pones un buen pescado salado, un mojito y unas papitas y son felices. Nos gustan los platos de cuchara (ranchito, garbanzas, lentejitas,…)”.
Plena actividad en la cocina de Los Gigantes | Francisco Belín
En algunos casos dijiste ¡esto no me gusta! Ina aclara que todas las propuestas que nacen de la creatividad “las probamos todas” y van evolucionando con los matices que se van revisando.