"La novela negra es la que mejor critica la sociedad en la que sobrevivimos"

Entrevista AH a Maximiliano Rodríguez Vecino, un escritor uruguayo que ha convertido a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en el perfecto escenario de una novela negra

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Maximiliano Rodríguez Vecino (Uruguay, 1986) es, además de auxiliar de enfermería, un "amontonador de letras", como prefiere describirse, además de un amante de la lectura. Esta conjunción de experiencias y pasiones junto a un arduo trabajo de escritura han dado como resultado su primer libro, 'El último combatiente', una novela negra que consigue introducirnos en un mundo oscuro y peligroso como es la mente de un asesino en serie.

Sus vivencias en Las Palmas de Gran Canaria, donde residió varios años tras abandonar su Uruguay natal, y el cariño que siente por sus calles y sus gentes le llevó a convertir esta capital canaria en el escenario de una trama que engancha al lector desde sus primeras páginas.

Este apasionado de la obra de Juan Carlos Onetti comparte con AtlánticoHoy las experiencias vitales que han influido en su obra, el proceso de escritura de su primera novela negra así como sus próximos proyectos.

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- De auxiliar de enfermería a escritor. ¿Cómo fue germinando esa pasión por la escritura?
"Si escribir todos los días y que me publiquen un libro sirve para que me llamen escritor, lo entiendo, aunque no comparto esa denominación. Yo pienso que ser escritor es muchísimo más que amontonar palabras. Lo que sí soy es un trabajador común y corriente que quita horas de sueño para hacer lo que le gusta. Es difícil, es muy duro, es como tener dos trabajos: uno con horarios fijos y otro cuando sobra tiempo. La pasión comenzó y continúa latente por la lectura. Sin lectura no hay combustible".   
 
- Los escritores mezclan y centrifugan sus recuerdos, las historias que han escuchado, para crear personajes, situaciones, etc. ¿Qué hay de usted en esta obra?
"Hay tres años de trabajo, lo demás es todo ficción. Aunque es indudable, al crear personajes, que inconscientemente se filtren cosas que uno ha vivido o escuchado".
 
-¿De dónde proviene su pasión por la novela negra? ¿Podríamos afirmar que es la que mejor analiza la sociedad?
"Después de haber leído autores como Thompson, Chandler o Hammett es inevitable no apasionarse. Sí, la novela negra es el género que relata y mejor critica la sociedad en la que sobrevivimos".
 
- ¿Qué ingredientes ha de tener una buena novela negra?
"Aparte de una historia bien contada, personajes verosímiles y atrapar al lector, yo creo que lo más importante es darle porrazos al sistema, piñas a los que lo comandan y patearle la cabeza al lector (en el buen sentido)".

"Después de herir con un comentario fuera de lugar a un amigo, me interesé tanto por un hecho histórico que terminó siendo el hilo conductor de la trama"

- ¿Cómo vivió el proceso de escribir 'El último combatiente'?
"Fue un aprendizaje constante. Además de los tres años que tardé en terminar, tuve que mudarme a Barcelona. Dejar mi trabajo en Las Palmas de Gran Canaria, buscar trabajo en una ciudad que no conocía y, entre todos esos cambios, mantener la disciplina de escribir".
 
- ¿De dónde surge la inspiración para esta historia?
"Después de herir con un comentario fuera de lugar a un amigo, me interesé tanto por un hecho histórico que terminó siendo el hilo conductor de la trama". 

-Muchos autores del género negro son fieles a un protagonista, (detective, policía o un personaje principal que reaparece en sus novelas). ¿Será este su caso?
"De momento, Néstor Bandama, inspector de policía y personaje principal, tiene cuerda para rato y yo lo quiero seguir conociendo".


 
-¿Considera que sus conocimientos en psicología le han permitido crear personajes más complejos?
"Dejé de estudiar Psicología por algunos problemas, pero sobre todo para poder escribir este libro. Como en 'El último combatiente' hay un asesino en serie tuve que documentarme, y de lleno, en los perfiles psicológicos para crear la mayor verosimilitud posible. La psicología ayuda, ya que los personajes tienen conductas y motivaciones. Una novela con personajes inmotivados es como una carrera de coches sin llegada".

-¿Cómo se enfrenta a la escritura de una novela?
"A la hora de escribir una novela, primero armo la trama y después intento formar personajes que se adapten o no, pero siempre con la intención de exprimirlos. Dentro del proceso de creación, la de crear la trama y los personajes quizás es la parte más divertida, pero hay que darle muchas vueltas para que quede lo más sólida posible. Cuando llega la parte de escribir uno lo disfruta a tope. Y aunque corregir el borrador sea duro, porque hay que estar con los radares encendidos siempre, es divertido porque al ver que se está llegando al objetivo, uno va quedando vacío".

"Creo que el sentimiento y el haber pateado sus calles me dio la valentía y el atrevimiento de querer contar una historia, porque yo no podría escribir una novela en la que la ciudad como escenario sea el lugar de mis últimas vacaciones. Al fin y al cabo, siento como una necesidad de denunciar algo del lugar en el que vivo"

-‘El último combatiente’ se desarrolla en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad donde también ha vivido. ¿Qué tiene esta capital canaria para hacerla escenario de su primera novela?
"Quiero tanto a la ciudad y a su gente que quería dejar mi granito de arena. En Las Palmas pasé años inolvidables y cada vez que viajo tengo la sensación de volver a casa. Yo creo que el sentimiento y el haber pateado sus calles me dio la valentía y el atrevimiento de querer contar una historia, porque yo no podría escribir una novela en la que la ciudad como escenario sea el lugar de mis últimas vacaciones. Al fin y al cabo, siento como una necesidad de denunciar algo del lugar en el que vivo".

- ¿Qué le trajo hasta aquí y qué le aportaron las Islas?
"Mi familia tuvo que irse de Uruguay por la crisis que sucumbió al país en 2002. Se podría decir que fuimos exiliados económicos. O, mejor dicho, exiliados por políticos que robaron el dinero del pueblo. Yo soy y seré uruguayo hasta mis últimos días, pero a las islas, por todo lo que me han dado, las llevo soldadas en el pecho. Tengo a mis padres y hermanas en Las Palmas y conservamos las costumbres uruguayas, pero nos hemos adaptado tanto que cada vez que vienen de visita me traen hasta mojo picón. Y la gente de acá de Barcelona me pregunta si soy canario, esto lo digo para que vean la mezcla de acentos y costumbres que tenemos".

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Portada de 'El Último Combatiente' | MAXIMILIANO RGUEZ VECINO

 
- ¿Tuvo que enfrentarse a muchas puertas cerradas en el camino?
"Todo inmigrante pasa por una primera etapa de comparación. Siempre se cae en el error de creer que lo que uno deja es lo mejor, y estas actitudes no hacen más que cerrar puertas".

"Una novela con personajes inmotivados es como una carrera de coches sin llegada"

-¿Y cuáles han sido las mayores dificultades a las que se ha enfrentado para ser escritor?
"La mayor dificultad que me encontrado para escribir el libro fueron mis propios miedos. Me costó horrores creer que podía hacerlo. Suerte que me acompaña una mujer increíble que siempre me ha apoyado en esta aventura. Asimismo, soy consciente de que he tenido muchísima suerte de enviar el manuscrito a unas pocas editoriales y de que María Tortosa, la editora de Serial Ediciones, haya confiado en mi trabajo".

- ¿Es de los que inicia su siguiente novela de inmediato o necesita un tiempo de regeneración creativa?
"Mientras estaba corrigiendo 'El último Combatiente' estaba planificando la que estoy escribiendo ahora. Estoy de lleno en una novela ambientada en Barcelona, que cuenta con personajes canarios, catalanes, uruguayos y rumanos. Va de buscavidas que no tienen en dónde caerse muertos, de empresarios de chándal y de mafiosos con corbata".