Escena de la obra Peter&Pan, que se podrá disfrutar en el Teatro Pérez Galdós / AH
Escena de la obra Peter&Pan, que se podrá disfrutar en el Teatro Pérez Galdós / AH

Peter&Pan resiste a la DANA y llega al Pérez Galdós para reconciliarnos con la infancia

Xavo Giménez, director de la obra, cuenta cómo ha sido afrontar la situación y volver a los escenarios con esta propuesta renovada de un clásico que hará reconectar con la infancia

ariadna

En el día a día se olvidan muchas cosas — las llaves, la cartera, qué comimos ayer —, pero hay una cosa en particular que cada vez que se olvida, una se apaga más y más: el volver a ser niños y niñas. La vuelta a la infancia es el centro de la historia de la obra Peter&Pan, que llega al Teatro Pérez Galdós, retomando su gira tras verse afectada por la DANA en Valencia. 

El próximo 28 de marzo a las 19.00 horas se podrá disfrutar de esta propuesta renovada del clásico de J.M. Barrie, que no se centra en un niño que se resiste a crecer, sino en un anciano que recupera su infancia en sus últimos momentos de vida. Se trata de una obra de teatro con música en directo, llevada a las tablas bajo la dirección de Xavo Giménez y María Cárdenas y con la producción de Escalante y Cía. LaMaR. 

Volver a la infancia

En Peter&Pan, el protagonista es un anciano que, al borde de la muerte en una residencia, redescubre su niñez de la mano de Pan. "Hemos elegido a una persona mayor porque en mi caso, he vivido la experiencia con mi padre, una persona con alzheimer y demencia, que recuerda poco de lo que le ha pasado en los últimos pasos de su vida, pero recuerda muy bien su infancia”, comenta Giménez.

Inspirado en esta experiencia personal, la obra plantea que "cada uno tiene su propio Nunca Jamás", un concepto que han trasladado a un parque de atracciones abandonado como escenario de la historia, en el que el protagonista podrá “recuperar ese lugar que le hacía soñar con un mundo lleno de fantasía y de aventuras”. 

Conectar con todos los públicos

Ese viaje emotivo entre la infancia y la memoria que puede calar más en los corazones de las personas adultas, atrapadas en ese mundo de las responsabilidades de los mayores, también tiene la capacidad para conectar con públicos de todas las edades, uno de los grandes logros de la obra. 

"Los primeros minutos, los niños se sorprenden y dicen: ‘Pero Campanilla no es así’ o ‘¿Por qué Garfio es una mujer?’", cuenta Giménez. Sin embargo, esa sorpresa inicial se transforma en entusiasmo cuando ven que los adultos en escena juegan como niños. "Creo que para ellos es impactante ver a un actor de unos 50-60 años haciendo travesuras sin tapujos. Rompe con su idea de que los mayores son aburridos", señala.

Romper los roles

Todo esto que sorprende a los más pequeños compone una intencionalidad al crear esta nueva propuesta del clásico. La obra se construye como un parque de atracciones teatral. "Desde los ensayos decidimos que solo podíamos habitar este mundo si estábamos dispuestos a divertirnos. Esa energía se traslada al público", comenta el director.

Y la adaptación apuesta también por romper con los roles tradicionales del cuento. "Nos gusta cambiar los papeles establecidos en los clásicos", comenta Giménez. En esta versión, Garfio es una mujer y Campanilla se aleja de la imagen tradicional para transformarse en una punk con chupa de cuero. "Es un mundo de fantasía que no tiene por qué responder siempre a los mismos códigos", añade.

Además, la música juega un papel clave. "No es una banda sonora al estilo Disney, sino que tiene un tono más cabaretero y circense", detalla Giménez. La música, según él, es la vía que permite a los personajes expresar aquello que no pueden decir con palabras. "Es una ventana a sus emociones más profundas".

Escena de una guerra de almohadas en Peter&Pan / AH
Escena de una guerra de almohadas en Peter&Pan / AH

Afectados por la Dana

Pero el camino de Peter&Pan no ha sido tan fácil como echar polvo de alas y volar hasta la segunda estrella a la derecha. La DANA arrasó con gran parte de la escenografía y el vestuario, obligando a cancelar varias funciones. “Fue un mazazo duro para nosotros y para todo el sector de las artes escénicas en Valencia porque muchas compañías guardaban sus escenografías, sus vestuarios en estas zonas que se han visto afectadas”, cuenta Giménez. 

Esta situación les obligó a parar su gira, que han podido ir retomando al reorganizar algunas funciones, aunque varias siguen pendientes y otras no se han podido recuperar por los calendarios de los teatros. 

Afortunadamente, la Diputación de Valencia y el Centro Teatral Escalante ayudaron en la recuperación de parte del material, a pesar de que algunas piezas han tenido que ser modificadas. “No se va a ver el espectáculo en inferiores condiciones. Hemos tenido que ponerle poesía, mucho cariño y luego el espectáculo sigue teniendo el empaque y la factura que tenía”. 

"La escenografía aún tiene manchas de barro y hierros oxidados, pero eso nos invita a seguir. Creo que este espectáculo tiene un superpoder especial, así como todas las obras valencianas que han podido renacer. Tienen un plus de dolor y de belleza al mismo tiempo. No podrán con nosotros, porque al fin de cuentas el teatro, más allá de que hayas perdido todo, no deja de ser unas personas jugando en un escenario y contando una historia y eso lo llevamos”, manifiesta el director. 

Una guerra de almohadas

Ahora, con la ilusión de volver a los escenarios, en esta ocasión sobre el Teatro Pérez Galdós, Giménez espera que el público canario “disfrute, que los niños se diviertan y que los adultos se reconcilien con su infancia. La obra es un homenaje a las historias que nos llevan a otros mundos, y mi deseo es que cuando vuelvan a casa, las familias hagan una guerra de almohadas".

El director destaca que Peter&Pan no solo es una obra divertida, sino que también busca recuperar la conexión entre padres e hijos. "Vivimos en un mundo donde las pantallas nos separan. Ojalá esta obra sirva para que los padres jueguen más con sus hijos y se salten las reglas por un rato".