Bajo la lona de un circo instalado en el corazón de Teror, la cineasta canaria Arima León rueda su primer largometraje, Tal vez, una película que no solo reimagina una historia de amor entre dos mujeres extraordinarias — la poeta Natalia Sosa y la trapecista Pinito del Oro —, sino que también se convierte en un homenaje a la libertad y la memoria.
Basada en las cartas que la escritora publicó en 1996 sobre su vínculo con la legendaria trapecista, la cinta propone una mirada íntima y emocional a la relación de ambas.
“Ponemos el cuerpo y la emoción de estas dos grandes mujeres en el centro de la historia. Queremos rendirles el mayor homenaje posible”, ha afirmado León durante una rueda de prensa celebrada en el propio set de rodaje.
Personajes únicos
El reparto está encabezado por Adriana Ugarte (Palmeras en la nieve) como Pinito y la canaria Tania Santana (Hierro), que encarna a Natalia. Ambas actrices han subrayado la libertad creativa que han tenido durante el proceso.
“No es un biopic, sino una reimaginación. Hemos trabajado desde las energías, no desde la imitación, y eso nos ha permitido crear personajes únicos y profundamente conectados con la historia”, ha comentado Santana.
Vínculo entre ambas
La directora ha explicado que el proyecto nació hace más de siete años, mientras trabajaba en su tesis doctoral sobre la representación de la sexualidad entre mujeres en el cine. En ese proceso de investigación descubrió las cartas de amor de Sosa y el vínculo que mantuvo con Pinito, con quien trabajó en el circo en los años sesenta. “Las cartas son muy explícitas respecto al amor de Natalia, y la propia Pinito asistió a la presentación del libro. Hay pruebas fotográficas”, ha recordado.
Aunque no se han podido recuperar las cartas de Pinito, a pesar de la búsqueda emprendida por su familia, León considera que el material disponible basta para imaginar “lo que pudo haber sido” esa relación.
“Homenaje necesario”
Ugarte ha destacado el proceso creativo como “un homenaje necesario a dos mujeres que se dejaron la vida en sus pasiones. Pinito fue una pionera, pero también una joven que quería escapar, ser libre, tener su dinero, su carrera. Me impresiona pensar lo poco que sabemos de ella, incluso habiendo muerto hace apenas unos años”.
Tal vez no solo se centra en una historia de amor, sino en la representación de dos mujeres que desafiaron su tiempo. Una desde las alturas del trapecio y el espectáculo, la otra desde las letras y la introspección. “Ambas sufrieron — ha dicho León—, una por miedo al olvido, la otra por falta de libertad. Esta película quiere rendir homenaje a ambas, darles un lugar en la historia desde Canarias y para el mundo”.

Reivindicación del acento
Por su parte, Santana puso el acento en la reivindicación cultural: “Interpretar a Natalia con mi acento canario ha sido fundamental. Nos dicen que debemos neutralizarlo para trabajar, pero esta película dice lo contrario: que nuestra voz merece ser escuchada tal y como es. Este proyecto ha sido un viaje revelador como actriz, como mujer y como isleña”.
A esa importancia del acento se ha sumado también la actriz peninsular que ha trabajado el acento canario y la expresividad de Pinito, a partir del abundante material videográfico disponible sobre la trapecista: “No lo usamos como presión, sino como herramienta de riqueza”.
Ópera prima
La producción ha crecido en ambición y medios desde que Arima comenzó sola “como una kamikaze”. Gracias al respaldo reciente de Lidia Palencia y un equipo “entregado”, la película ha conseguido mantenerse fiel a su esencia sin renunciar a la calidad visual y narrativa de un relato de época. León se siente agradecida y afortunada ante este hecho, apuntando que pocas óperas primas pueden contar con tal presupuesto y menos si están dirigidas por una mujer.
El rodaje, ambientado en distintos rincones de Gran Canaria, encuentra en Teror uno de sus escenarios clave. “Queríamos un lugar que reflejara el espíritu casi mágico de la etapa del circo, que para Natalia fue sinónimo de libertad y amor”, ha comentado León. “Además, hacerlo aquí, bajo la mirada simbólica de la Virgen del Pino, le añade una capa emocional preciosa, aunque yo no sea religiosa”.
Historia de Canarias
Para ambas actrices, el proyecto ha sido “un regalo” que ha transformado su manera de entender el arte y el activismo cultural. “Dignificar a estas mujeres es nuestra responsabilidad. Se dejaron la vida hablando de emociones en sus respectivos lenguajes artísticos”, ha concluido Ugarte.
Por ahora, no hay fecha de estreno confirmada, pero el entusiasmo en el set augura una obra cargada de emoción, memoria y justicia poética. Como concluye Arima León: “Canarias no es solo un plató natural, es también un lugar lleno de historias que merecen ser contadas. Y esta, sin duda, lo merecía”.
