El evento que debía ser una fiesta para la afición amarilla terminó en malestar y decepción. Más de un centenar de seguidores de la UD Las Palmas acudieron este jueves a una sesión de firmas con Jonathan Viera, Jesé y Recoba, dispuestos a conseguir un recuerdo único. Sin embargo, tras varias horas de espera y bajo un ambiente cada vez más tenso, muchos se quedaron sin su ansiado autógrafo.
El desastre organizativo fue evidente. No hubo una gestión fluida de la fila ni información clara para los asistentes. La frustración creció cuando, al cerrarse la actividad, buena parte de los presentes vio cómo su turno nunca llegaba. Ningún representante del club salió en ese momento a dar explicaciones, lo que encendió aún más los ánimos.
Pedir disculpas
Finalmente, fue el propio Jonathan Viera quien decidió acercarse a los aficionados para pedir disculpas. Aunque varios agradecieron el gesto, otros no ocultaron su enfado y le hicieron llegar su bronca de forma directa. El capitán trató de calmar los ánimos, pero la sensación generalizada fue de oportunidad perdida y de que el club no estuvo a la altura en la organización de un acto que debía reforzar el vínculo con la grada.
La UD Las Palmas aún no ha emitido un comunicado oficial sobre lo ocurrido, pero entre los seguidores quedó la certeza de que eventos así requieren una planificación mucho más cuidada para evitar que una jornada especial acabe empañada por la frustración.