Gran Canaria 2030: entre la ilusión mundialista y el desafío de un impacto duradero. / AH
Gran Canaria 2030: entre la ilusión mundialista y el desafío de un impacto duradero. / AH

Gran Canaria 2030: entre la ilusión mundialista y el desafío de un impacto duradero

Ciudades como Barcelona o Londres demostraron que con planificación y visión estratégica una gran cita deportiva puede convertirse en plataforma para el desarrollo real y continuado de un territorio

Julio Cruz

Como resulta ampliamente conocido, Gran Canaria se convertirá, en 2030, en una de las sedes del evento deportivo con mayor seguimiento del planeta, el Mundial de fútbol. Un torneo con el potencial de transformar la economía local, modernizar infraestructuras y proyectar la isla a nivel internacional. 

Para un territorio, Canarias, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) vinculado al turismo alcanza el 35% del total, con un 40% del empleo, la campaña de promoción que representará la Copa Mundial de la FIFA se antoja como un antes y un después en la senda que puede quedar abierta para el aumento en la llegada de este tipo de oportunidades. 

Criterio en la gestión

Pero en la vida, nada que ofrezca un beneficio significativo transcurre sin incertidumbres. Los megaeventos deportivos no siempre cumplen con las expectativas que levantan. Estudios como Towards a Mega-Event Legacy FrameworkHacia un marco de legado para megaeventos— (2015), advierten sobre los riesgos de inversiones mal planificadas, impactos económicos sobreestimados y problemas de sostenibilidad si no se gestionan con criterio.

Panorámica del Estadio de Gran Canaria desde Fondos del Segura. / AH
Panorámica del Estadio de Gran Canaria desde Fondos del Segura. / AH

La gestión que los distintos dirigentes políticos y técnicos realicen, desde este 2025 hasta la fecha de celebración, se erige como una de las grandes claves para garantizar que el Mundial deje una huella positiva más allá de las semanas de competición.

Escaparate global

El Campeonato Mundial de fútbol atrae a la audiencia deportiva más amplia del planeta. Más que la de los Juegos Olímpicos, y con gran distancia sobre la UEFA Champions League, la Super Bowl, o el Tour de Francia

Según algunas estimaciones, en Rusia 2018, Kaliningrado registró más de 160 millones de espectadores a nivel global. En Sudáfrica 2010, Nelspruit alcanzó los 180 millones, mientras que en Brasil 2014, Cuiabá acumuló más de 210 millones de espectadores. Las tres ciudades acogieron partidos de la fase de grupos, como presumiblemente hará Gran Canaria, que sin embargo no renuncia al sueño de albergar una eliminatoria. 

Exposición mediática

Qatar 2022 registró una audiencia acumulada sin precedentes. Según datos de la FIFA, aproximadamente 5.000 millones de personas interactuaron con el torneo a través de diversas plataformas y dispositivos.

El Congreso de la FIFA designa el Estadio de Gran Canaria como sede definitiva del Mundial 2030 I (1)
El Congreso de la FIFA designa el Estadio de Gran Canaria como sede definitiva del Mundial 2030 I (1)

Este nivel de visibilidad representa una plataforma única y sin precedentes para la isla redonda. La monumental exposición mediática permitirá potenciar su imagen no solo como destino turístico, sino también como un referente en la organización de eventos deportivos internacionales.

El reto 

El Mundial generará un impacto inmediato con el aumento de turistas, el incremento de la ocupación hotelera y el crecimiento del consumo en hostelería y comercio. Sin embargo, transformar este auge económico en desarrollo sostenible requiere planificación.

Según el citado informe, muchas sedes han fracasado en su intento de convertir la inversión mundialista en una herramienta de crecimiento a largo plazo. Para evitar que esto ocurra en Gran Canaria, las estrategias deberán enfocarse en fidelizar el turismo post-Mundial y en consolidar las infraestructuras como activos permanentes de la economía local, en la línea anunciada por el consejero insular de Deportes, Aridany Romero, para la reforma integral del Estadio de Gran Canaria. 

Panorámica del Estadio de Gran Canaria durante un partido de esta temporada de la UD Las Palmas. / QUIQUE CURBELO-EFE
Panorámica del Estadio de Gran Canaria durante un partido de esta temporada de la UD Las Palmas. / QUIQUE CURBELO-EFE

Reforma del estadio

Esas obras de modernización del edificio ubicado en el barrio de Siete Palmas, recién adjudicadas a L35 Arquitectos y su proyecto La Nube, contemplan un presupuesto de más de 100 millones de euros, con una ampliación del aforo a 44.500 espectadores y mejoras en las instalaciones para cumplir con los estándares FIFA. Además, los proyectos incluyen mejoras en el transporte y la accesibilidad urbana. La creación de empleo se antoja muy sensible en este sentido. 

Moscú, en 2018, logró integrar sus infraestructuras en el tejido urbano, mejorando la conectividad de la ciudad con beneficios a largo plazo. En cambio, Brasil 2014 y Japón 2002 enfrentaron problemas con estadios infrautilizados tras el torneo, generando costes de mantenimiento elevados. 

Barcelona 92

Barcelona sea quizá el caso paradigmático de ciudad que aprovechó un acontecimiento de primera magnitud los Juegos de 1992— para transformarse y ganar su futuro. El legado económico no se discute, ni la transformación urbana, con la remodelación del puerto, la mejora de la infraestructura de transporte y la apertura de la ciudad al turismo internacional, con un crecimiento sostenido en ese ámbito, pasando de ser una ciudad industrial a un destino turístico global, hasta el punto de atravesar actualmente dificultades en el otro extremo, con la masificación turística relacionada con la escasez de viviendas, el aumento de los precios y la mutación de determinadas zonas urbanas. 

Domingo Manrique y Luis Doreste, campeones en Barcelona 92, posan en el nuevo mural en homenaje a los medallistas olímpicos del Real Club Náutico de Gran Canaria. / QUIQUE CURBELO-EFE
Domingo Manrique y Luis Doreste, campeones en Barcelona 92, posan en el nuevo mural en homenaje a los medallistas olímpicos del Real Club Náutico de Gran Canaria. / QUIQUE CURBELO-EFE

Londres consiguió, igualmente, que las Olimpiadas de 2012 se prepararan desde la planificación a largo plazo con el enfoque en el desarrollo económico del este de esa inmensa ciudad —prácticamente con idéntica extensión que la isla de Gran Canaria—. Se crearon espacios residenciales y comerciales en torno a la Villa Olímpica, lo que permitió aprovechar las infraestructuras después del evento. La capital inglesa logró convertir la zona de Stratford en un polo de atracción económica, asegurando el uso continuado de los espacios deportivos.

Alemania, regresando al deporte rey, aprovechó la cita mundialista de 2006 para que centros neurálgicos como Múnich o Berlín impulsaran el turismo futbolístico. Las Fan Fest, zonas públicas con pantallas gigantes y actividades culturales, sirvieron para integrar a las comunidades locales y proyectar una imagen abierta y hospitalaria. 

Desafío medioambiental

Miles de visitantes arribarán al Archipiélago, con un aumento significativo en el consumo de agua, energía y generación de residuos. Aunque 2030 parece lejano, en las dimensiones que arrastra el Mundial no parece tanto tiempo con todo el trabajo que queda por delante. El actual grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria, con Antonio Morales a la cabeza, ha hecho del avance medioambiental una de sus banderas durante los últimos dos mandatos, así que la Isla enfrentará un reto enorme para hacer gala de su mejora en este ámbito y para reducir en todo lo posible la afectación ambiental de ese mastodonte deportivo que llegará a un territorio frágil como el insular. 

Detalles del dosier publicado por la FIFA en el que Gran Canaria figura como aspirante a acoger un partido de cuartos de final y la disposición de hoteles, estadio, fan zone y hospitales. / FIFA
Detalles del dosier publicado por la FIFA en el que Gran Canaria figura como aspirante a acoger un partido de cuartos de final y la disposición de hoteles, estadio, fan zone y hospitales. / FIFA

Londres 2012 estableció un modelo de sostenibilidad en megaeventos, con infraestructuras ecológicas, transporte eficiente y reducción de residuos. Aplicar estrategias similares en Gran Canaria garantizaría que el torneo deje un legado responsable, minimizando su huella ecológica y potenciando el uso de energías limpias.

Los grancanarios tienen la oportunidad de diferenciarse con un modelo de sostenibilidad dentro del calendario mundialista, implementando soluciones en movilidad, energía renovable y gestión ecológica de los espacios deportivos.

Impacto social

El alza del costo de vida representa uno de los principales efectos colaterales de los grandes espectáculos deportivos. En Brasil 2014, la especulación inmobiliaria desplazó a comunidades vulnerables, mientras que en Japón 2002, el incremento de precios afectó a la población local. 

Para evitar este problema en Gran Canaria, la estrategia debe contemplar la distribución equitativa de los beneficios. Programas de empleo, formación y apoyo a negocios locales contribuirían a que el Mundial impacte de manera positiva en la economía canaria sin agravar la desigualdad. En muchas ciudades anfitrionas, se favorece principalmente a grandes empresas y corporaciones, dejando fuera a la población local. 

Ocasión de oro

El Mundial 2030 marcará un punto de inflexión en la historia de Gran Canaria. Su éxito dependerá de la capacidad de planificación y gestión de los recursos, asegurando que los beneficios del evento se extiendan en el tiempo y contribuyan al desarrollo sostenible de la isla.

Ángel Víctor Torres dialoga con Antonio Morales en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, minutos antes de que la FIFA confirmara a Gran Canaria como sede del Mundial 2030. / SERGIO PÉREZ-EFE
Ángel Víctor Torres dialoga con Antonio Morales en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, minutos antes de que la FIFA confirmara a Gran Canaria como sede del Mundial 2030. / SERGIO PÉREZ-EFE

Si se implementan estrategias efectivas, Gran Canaria podrá consolidarse como un destino de referencia en el turismo deportivo y la organización de eventos internacionales. Jugar en las grandes ligas. Sin embargo, cometer errores podría traducirse en un evento espectacular sin impacto real y duradero para la población y la economía local.

Los políticos, pero también los técnicos, tendrán en la mano que las cosas sean de una u otra forma. Y también la ciudadanía, cuya implicación y exigencia en los años previos y posteriores serán piedra angular para que los efectos positivos se prolonguen.

La oportunidad está sobre la mesa. La clave radica en transformar el Mundial en un verdadero motor de crecimiento para Gran Canaria más allá de 2030.