El Club Baloncesto Gran Canaria ha elegido a Ermis Papakonstantinou como nuevo entrenador de su equipo filial en la Liga U, en sustitución de Pablo Melo, quien presentó su dimisión el pasado miércoles. La decisión se produce apenas dos días después de la renuncia del anterior técnico, cuya salida, según el comunicado oficial del club, se debió a “motivos personales”. Sin embargo, fuentes próximas al equipo deslizan que detrás de su marcha, con el equipo claretiano invicto, hubo desacuerdos con la dirección de cantera sobre la gestión de los minutos de varios jugadores jóvenes.
Papakonstantinou, entrenador con experiencia en la formación de talento joven, se encontraba al frente del Santa Lucía Suresanta hasta este viernes, cuando presentó su dimisión ante la posibilidad de regresar al Granca. Su salida del conjunto del sureste de Gran Canaria allana el camino para su incorporación inmediata al proyecto claretiano.
Edy Tavares
El técnico no es un desconocido en el ecosistema del Gran Canaria, donde ya trabajó durante la etapa de Himar Ojeda como director deportivo y Raúl Rodríguez al frente de la cantera. En aquella época fue una de las figuras clave en el desarrollo de jugadores que luego alcanzarían la élite, como el caboverdiano Edy Tavares, actual pilar del Real Madrid y referente del baloncesto africano.
Antes de dirigir al equipo de Vecindario, su última parada, Papakonstantinou inició su carrera como entrenador en 1996 y desde entonces ha pasado por diversos equipos del ámbito regional, como el CP Salesiano, Salesianos Tiburones, Canterbury Sport Club, Canterbury Lions, Basket Tara y el propio CB Gran Canaria, donde también ejerció como director de Tecnificación y coordinador deportivo de las escuelas del club. Además, también ha trabajado para la Federación Española de Baloncesto como técnico de selecciones en categorías inferiores.
Línea formativa
La llegada de Papakonstantinou supone una apuesta por la continuidad en la línea formativa del club, con el reto de consolidar el equipo en la Liga U y mantener su papel como plataforma de desarrollo para los jóvenes talentos del Gran Canaria.
Su conocimiento del entorno y de la filosofía del club claretiano refuerza la confianza en que pueda estabilizar al filial tras la salida de Melo y contribuir a la progresión de los jugadores que apuntan al primer equipo. Con este movimiento, el Granca busca fortalecer la estructura de su cantera.