El colectivo de apoyo a Palestina BDS Tenerife (Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel) ha confirmado que mantiene su convocatoria de protesta por la celebración del partido entre el CB Canarias y el Bnei Herzliya, correspondiente a la Basketball Champions League, que se disputará mañana a puerta cerrada en el pabellón Santiago Martín.

La concentración, convocada bajo el lema “Por genocida, fuera Israel de la Champions League”, consistirá en una cacerolada a las puertas del recinto. El objetivo, según explican desde BDS, es mostrar la repulsa a la “complicidad del genocidio por medio del deporte” y denunciar que las competiciones internacionales sirven para “blanquear la imagen de un Estado que no cumple con la legalidad internacional”.

Uno de los portavoces del colectivo señaló que “el deporte no puede ser ajeno a la política, como ya se demostró con las sanciones aplicadas a Rusia”. En su opinión, “ningún equipo que represente al Estado de Israel debería participar en competiciones deportivas”.

Declaración de alto riesgo

El representante del colectivo también rechazó la declaración de “partido de alto riesgo” formulada por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, al considerar que “es el propio Estado de Israel quien actúa contra esos valores”.

Desde BDS afirman que varias peñas de aficionados del club lagunero se han mostrado sensibilizadas con la causa, y que han apoyado la concentración prevista antes del encuentro. Además, el colectivo ha presentado una propuesta de moción en el Ayuntamiento de La Laguna para solicitar la prohibición de la participación de equipos israelíes en eventos deportivos celebrados en el municipio.

Esa moción, explican, pretende extenderse a instituciones de ámbito superior para que el veto sea efectivo en competiciones nacionales e internacionales.

“Israel lleva más de 77 años usando el deporte para lavar su imagen de estado ocupante”, denunció Rodríguez, quien añadió que el deporte palestino también sufre la ocupación, ya que “se impide la libertad de movimiento de los deportistas y muchas instalaciones han sido bombardeadas”.

La concentración se mantiene a pesar de que el encuentro se celebrará sin público y bajo estrictas medidas de seguridad.