Los aficionados al ciclismo en Canarias, incluso aquellos que no lo son tanto, tendrán que seguir esperando para presenciar la Vuelta Ciclista a España en el Archipiélago. Cuando parecía seguro el retorno a las islas de una de las tres grandes rondas, el público insular se ven obligados a seguir viendo el ciclismo de élite por televisión, ahora sine die.
Un motivo político y humanitario, el conflicto bélico entre Palestina e Israel, y las acciones de este último en la franja de Gaza desde finales de 2023, se encuentra en el origen de este regreso frustrado de La Vuelta a Gran Canaria y Tenerife, donde todo apuntaba que terminaría la carrera en su edición de 2026, además con etapas de gran interés deportivo aprovechando la orografía de ambas islas.
Negativa del Cabildo de Gran Canaria
Sin embargo, el Cabildo de Gran Canaria, una de las partes implicadas, junto al Cabildo de Tenerife y el Gobierno autonómico, en devolver la prueba a Canarias tras casi cuatro décadas, mostró su negativa a que esta recalara en la isla redonda si en ella participaba el equipo israelí Israel Premier Tech, propiedad del millonario canadiense-israelí Sylvan Adams, circunstancia esta que provocó numerosos, graves y sonados altercados durante la celebración del evento en su entrega de 2025.
Tanto el presidente del Cabildo, Antonio Morales, como el consejero de Deportes, Aridany Romero, no dejaron lugar a la duda. Morales apuntó que ya habían avisado de que “con recursos públicos” no podían seguir adelante con un proyecto “para traer a Gran Canaria una competición en la que participa Israel, con un equipo propiedad de una persona que tiene una íntima relación con Netanyahu y que apoya el genocidio que se ha cometido por Israel sobre el pueblo palestino”. También Romero se expresó de forma tajante: “Habrá que esperar a otra ocasión, pero somos un destino seguro y no alinearemos el nombre de Gran Canaria a un genocida”.
Las declaraciones de ambos se produjeron después del llamado greenwashing –lavado de imagen– que intentó Adams, cambiando el nombre del equipo y haciéndolo correr, de nuevo, bajo bandera canadiense y no israelí, artimaña que no contentó en absoluto a los millones de personas que en todo el mundo se oponen a que un equipo de su propiedad participe en las tres grandes rondas, Tour de Francia, Vuelta a España y Giro de Italia.
Cero posibilidades
Sin embargo, la situación cambió al ser conocida, hace apenas unos días, la decisión de comprar la formación ciclista objeto de la polémica por parte de NSN, una compañía cofundada por el exfutbolista Andrés Iniesta, y de Stoneweg, plataforma de inversión hispano-suiza, que han decidido renombrar al equipo como NSN Cycling Team.
Pese a ello, desde el Cabildo no se contempla ninguna marcha atrás. “La decisión se tomó cuando existía una situación distinta y la organización de La Vuelta, al conocer la negativa de Gran Canaria, activó su plan B –Granada–. Ahora ese tema ya está finalizado”, señalan fuentes del Gobierno insular.
Gran Canaria no tendrá que abonar, por su renuncia, ningún tipo de contraprestación a Unipublic, empresa organizadora de la carrera, pues el único documento firmado entre ella y las administraciones canarias fue “una carta de intenciones” que Javier Guillén, máximo responsable de la prueba, aclaró siempre que se trataba de “una especie de compromiso” no formal para poder avanzar en sus contactos comerciales con otros puntos de la geografía española.
Además, y como igualmente ha trasladado de manera pública Antonio Morales, las relaciones entre la institución grancanaria y Unipublic son “extraordinarias”, subrayando y agradeciendo el “trato respetuoso y exquisito” por parte de la empresa, que pertenece a su vez a la francesa Amaury Sport Organisation.
Un futuro intento, en el aire
Sin la involucración de Gran Canaria, el vicepresidente del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso, anunció su renuncia por considerar “inviable” que entre la institución tinerfeña y el Gobierno de Canarias pudieran asumir los siete millones de euros en los que se cifra la operación en su conjunto, desvinculando la decisión del Cabildo de cualquier causa externa a ese componente económico.
Aquí se hacen patentes las diferentes posiciones políticas en cuanto a la causa primigenia, el conflicto palestino-israelí, de las distintas siglas políticas inmersas en la cuestión: Nueva Canarias, Partido Popular y Coalición Canaria.
Ante la pregunta de si se volverá a intentar para la siguiente edición, la respuesta se topa con la cita electoral de las autonómicas y locales de 2027. Los nuevos equipos de gobierno que se conformen tras ellas en ambos cabildos y en el ejecutivo regional serán los encargados, o no, de impulsar el regreso a Canarias de la Vuelta Ciclista a España.