La víctima mayor de edad perdona a Raúl Asencio y retira la acusación tras recibir una indemnización. / JUANJO MARTÍN-EFE
La víctima mayor de edad perdona a Raúl Asencio y retira la acusación tras recibir una indemnización. / JUANJO MARTÍN-EFE

La presión aumenta sobre Asencio: la otra acusación también solicita cuatro años de cárcel

Ambas denunciantes acusan al futbolista del Real Madrid de participar en la difusión de vídeos sexuales no consentidos | La joven, al igual que su amiga, solicita una indemnización que ronda los 60.000 euros

Martín Alonso

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El cerco judicial se estrecha sobre Raúl Asencio, futbolista grancanario del Real Madrid. La segunda acusación particular presentada en el caso solicita cuatro años de prisión para el jugador por su implicación en la difusión de vídeos sexuales en el que aparecen dos mujeres —una de ellas menor en el momento en el que sucedieron los hechos— y que fueron grabados sin el consentimiento de ambas. El lunes hizo lo propio el abogado de la otra presunta víctima del caso. Además, también pide cuatro años y once meses de cárcel para Andrés García (AD Alcorcón), Ferrán Ruiz (Girona FC) y Juan Rodríguez (SD Tarazona), los otros tres exjugadores implicados por delitos de grabación ilegal, difusión de contenido sexual y pornografía infantil.

Los hechos denunciados, y considerados como punibles por las dos acusaciones tras la instrucción realizada por por el juez Luis Wood —magistrado titular del Juzgado número 3 de San Bartolomé de Tirajana—, se remontan a junio de 2023, en un club de Amadores (Mogán). Según la calificación de la letrada que representa a la joven —y que entonces ya era mayor de edad—, los cuatro futbolistas compartieron una cabaña privada con dos jóvenes de 18 y 16 años. Lo que comenzó como un encuentro casual derivó en un turbio episodio cuando Ferrán Ruiz, actual jugador del filial del Girona FC, comenzó a grabar con su móvil las relaciones sexuales sin el conocimiento de las chicas —acción que continuó Juan Rodríguez—.

Asencio y tres exjugadores del Real Madrid, a juicio por difusión de vídeos sexuales con una menor. / ALBERTO ESTÉVEZ-EFE
Asencio defiende a Ferrán Torres. / ALBERTO ESTÉVEZ-EFE

Mensajes ofensivos

El material íntimo, pese a que las dos mujeres pidieron que fuera borrado tras percatarse que habían sido grabadas sin su consentimiento, no se quedó en un único dispositivo: los investigados lo compartieron masivamente a través de grupos de WhatsApp con nombres tan reveladores como Lo que Ferrán quiera, donde intercambiaron comentarios ofensivos sobre la edad de una de las víctimas. Entre el 15 y el 18 de junio se compartieron 101 mensajes y stikers en los que se puede leer mensajes como "de dónde habéis sacado a esas [...]"; "no sé conocidas una de Raúl. Vaya perras [...]"; "qué poca vergüenza estas canarias"; "ha sido épico señores"; o "el paraíso señores, a mí que me cedan aquí", escrito por el propio Ferrán.

La condición de menor de edad de una de las jóvenes que participó en el encuentro sexual, que sí fue consentido, que tuvo lugar dentro de una cabaña ubicada en un local de ocio localizado en la Playa de Amadores (Mogán) y en el que participaron Ferrán Ruiz, Juan Rodríguez y Andrés García, no fue un problema para los jugadores. "[...] Los acusados", recoge el escrito de acusación de una de las víctimas, "le preguntaron la edad a doña [...], manifestando ésta expresamente que contaba con 16, lo que llevó a los acusados a manifestar en referencia a la minoría de edad: '¿qué le dan de comer a las chicas canarias? ¡No aparentas esas edad!".

Raúl Asencio, jugador del Real Madrid, a un paso de ser procesado por revelación de secretos y pornografía infantil. / EP
Raúl Asencio, jugador del Real Madrid, a un paso de ser procesado por revelación de secretos y pornografía infantil. / EP

Secuelas psicológicas

La posición de Asencio en este entramado resulta particularmente delicada. Las acusaciones de ambas mujeres solicitan para el futbolista grancanario del Real Madrid cuatro años de cárcel. Aunque no aparece como autor material de las grabaciones, las pruebas indican que recibió uno de los vídeos a través de Juan Rodríguez y lo mostró a un tercero. Este detalle, aparentemente menor, podría tener consecuencias jurídicas graves, especialmente tras conocerse que el receptor del vídeo mantendría actualmente una relación sentimental con una de las víctimas. El defensa grancanario ha intentado justificar su actuación alegando que el material le fue enviado en formato de "visualización única", pero esta explicación podría no ser suficiente ante los tribunales.

El impacto en las víctimas ha sido devastador. La joven que en el momento de los hechos era menor de edad "sufre un trastorno por estrés postraumático asociado a sintomatología ansioso-depresiva", según consta en el escrito de acusación de su abogado. "Ese trastorno", se apunta el documento, "está asociado a los hechos vividos y le causa un malestar clínicamente significativo y disminución de su capacidad funcional personal, social y académica. Hasta el día de hoy tiene efectos negativos para la misma, debiendo abandonar ocasionalmente las clases a las que asiste [...] por graves crisis de ansiedad tal y como se acredita".

"Qué poca vergüenza las canarias", el comentario de un chat de Asencio y exjugadores del Real Madrid. / EFE
"Qué poca vergüenza las canarias", el comentario de un chat de Asencio y exjugadores del Real Madrid. / EFE

¿Cambio de abogado?

En un giro estratégico significativo, Asencio ha decidido cambiar su representación legal en plena escalada del caso, según apunta Canarias7. El jugador ha prescindido de su abogado particular, Juango Ospina, para ponerse en manos de Alfonso Morales Camprubí, letrado de los servicios jurídicos del Real Madrid con experiencia en casos de alta sensibilidad como el de los insultos racistas a Vinícius. Este movimiento revela la gravedad de la situación y sugiere que el club podría estar preparando una estrategia de contención del daño institucional.

La segunda denunciante, al igual que la otra, solicita a los cuatros futbolistas una indemnización —a abonar de de forma solidaria— de 58.886 euros. El proceso judicial se encuentra ahora a la espera del posicionamiento definitivo de la Fiscalía Provincial de Las Palmas, cuyo dictamen determinará si el caso llega a juicio oral.