El próximo jueves 30 de octubre, Tenerife acoge la segunda edición del Congreso Internacional de Derecho Deportivo (CIDD), una cita que aspira a consolidarse como referente dentro del calendario nacional e internacional. No es un evento más: se trata de una iniciativa pionera que quiere situar a Canarias en el mapa de la reflexión jurídica y de gestión deportiva, con un enfoque transversal y humano.
Ocho mesas y conferencias condensarán, en una sola jornada, algunos de los debates más urgentes del ecosistema deportivo actual, Desde el funcionamiento de las federaciones y la aplicación de la Ley Canaria del Deporte hasta la profesionalización del baloncesto femenino, el liderazgo, la transición laboral de los deportistas o las relaciones entre Euroliga y FIBA. La programación incluye nombres de primer nivel como Reyes Bellver, Beatriz Álvarez, Lucila Pascua, Vega Gimeno, Víctor Claver, Álvaro Benito o Albert Rivera, entre otros.
Fundadora del CIDD
El congreso está dirigido tanto a juristas como a deportistas, gestores, agentes, estudiantes y público en general que deseen conocer cómo el Derecho está redefiniendo las reglas del deporte moderno. “Queremos acercar el derecho deportivo a todos los públicos, de manera rigurosa pero accesible. Fomentar el intercambio de conocimiento entre profesionales, instituciones y nuevos talentos”, explica Tania Tejeira, abogada y fundadora del CIDD.

Tejeira, licenciada en Derecho y diplomada en Criminología e Investigación Privada, coordina el evento con un currículum que combina la práctica jurídica, la docencia y la divulgación en medios. Pero detrás de esa imagen profesional hay una historia personal de esfuerzo, intuición y riesgo. De aspirante a policía a referente del derecho deportivo.
“Yo no tenía nada claro ser abogada. Quería ser policía nacional”, recuerda entre risas. Su camino hacia el derecho deportivo fue más fruto de una cadena de coincidencias que de un plan premeditado. Estudió Derecho porque le abría puertas a una oposición, pero confiesa que la abogacía tradicional no le apasionaba. “Hice derecho de familia y criminología, pero me lo llevaba todo a casa. No era lo que me gustaba”, afirma con la perspectiva que da el paso del tiempo.
De Malta a su vocación
El giro llegó por casualidad. Su entonces pareja, futbolista tinerfeño, fichó por un club de Malta. Allí conoció a Juan de Dios Crespo, una eminencia internacional en la materia. “Cuando vi a qué se dedicaba, lo tuve claro. Me dije: esta es la mía”. De aquel encuentro fortuito nació una vocación.
Durante la pandemia, cuando trabajaba en una tienda y fue incluida en un ERTE, decidió dar el salto definitivo. Desde casa, abrió su propio despacho y empezó a publicar en redes contenido jurídico sobre sentencias deportivas. Hoy tiene más de 23.000 seguidores en Instagram. “Es mi principal fuente de visibilidad. Muchos clientes llegan por ahí”, desvela.
Fútbol femenino
Su crecimiento fue rápido. En 2022, se incorporó como abogada a Futbolistas ON para la redacción del II Convenio Colectivo de Fútbol Femenino, un paso clave en la profesionalización y visibilidad de las jugadoras. “Entré por la puerta grande”, reconoce, “fue un momento histórico para el fútbol femenino, justo cuando nacía la Liga F”.

Después llegarían las colaboraciones mediáticas. Se convirtió en analista jurídica en programas deportivos como El Chiringuito o Radio Marca, donde explica con claridad las implicaciones legales de los grandes casos mediáticos. “Debuté en televisión justo el día en que Luis Rubiales decía que no iba a dimitir”, cuenta. Desde entonces, ha participado en varias emisiones y también escribe columnas en Palco 23, el digital de El Mundo Deportivo especializado en la industria del deporte.
Su perfil mezcla conocimiento técnico y naturalidad comunicativa, algo poco habitual en un campo tradicionalmente masculino. “Yo quería trabajar en algo que pudiera decir: esta es mi profesión. Y eso lo encontré en la legislación deportiva”, afirma en una mezcla de ilusión y rotundidad.
Desde el vacío
El Congreso Internacional de Derecho Deportivo nació en 2024 con una idea simple: cubrir un vacío en las Islas. “Aquí no se hacían eventos de este tipo. Si querías formarte o conocer el sector, tenías que irte fuera, a Madrid o Barcelona. Quería que los jóvenes canarios tuvieran acceso a esta información sin tener que marcharse”, explica.
El éxito de aquella primera edición superó sus expectativas. “Tenía el síndrome del impostor muy alto. Pensé que no se iba a llenar, y en un mes se agotaron las entradas. Vi un apoyo enorme por parte de instituciones y profesionales. Me di cuenta de que había hambre de aprender”, recuerda.
El impacto fue tal que el Colegio de Abogados de Tenerife reactivó su Comisión de Derecho Deportivo, inactiva durante años. “Me llamaron para crearla y hoy ya está funcionando. Es una de las consecuencias más bonitas del congreso”, explica.
Nuevo desafío
El reto de este segundo año, aún mayor, pasa por convertir el encuentro en una cita internacional estable, con alianzas como la Asociación Italiana de Derecho Deportivo y la Asociación Portuguesa de Derecho Deportivo, cuyos presidentes estarán presentes en el Auditorio de Tenerife, que acoge esta segunda entrega de la iniciativa. “Queremos que no solo sirva para conocer la isla como destino turístico, sino como punto de encuentro de congresos internacionales del sector”, relata esta joven emprendedora que recibió el premio Isla por su influencia en las redes sociales.
El programa, de hecho, refleja esa ambición. Entre los ponentes figura Miguel Lietard, director de litigación de la FIFA; Albert Rivera, excandidato a la presidencia del Gobierno de España, que ofrecerá una conferencia sobre liderazgo; o deportistas que hablarán de su experiencia en la transición profesional tras la retirada, como el televisivo Álvaro Benito, alejado de fútbol de manera prematura tras lesionarse en el Estadio Insular con la selección española sub-21 en 1996, hoy convertido en uno de los comentaristas futbolísticos de mayor prestigio. “Es fundamental hablar de prevención legal mientras los deportistas están en activo y de transición laboral cuando se retiran. Son los dos pilares del congreso”, aclara Tejeira.
Prevención, profesionalización y transición
Para la abogada chicharrera, el derecho deportivo no es un lujo ni una especialización académica, sino una necesidad urgente. “Durante años se han firmado contratos en servilletas. He visto actas de equipos escritas en folios arrancados de un cuaderno. Eso no puede pasar en una industria que mueve tanto dinero”, reclama.
Su objetivo es profesionalizar el sector. “Hay que evitar que el primo sea el representante o que un jugador se quede sin contrato por no tener asesoramiento. El nuevo reglamento de agentes FIFA obliga a tener licencia, pasar exámenes y hacer cursos de actualización. Eso es lo que necesitamos: orden y formación”.
El otro gran eje del congreso es la transición laboral de los deportistas. “Nos dan muchas alegrías, pero a los 35 o 36 años muchos son juguetes rotos. El 60% se arruina. Hay que enseñarles a planificar su futuro, a crear una marca personal y aprovechar su momento de visibilidad para el día después”, razona con un convencimiento que contagia.
Esa visión se traduce en la estructura del evento: una primera parte sobre derecho federativo, una segunda sobre profesionalización del deporte y una última sobre liderazgo y carrera postdeportiva. “El deportista tiene que centrarse en jugar y dejar que las demás batallas las ganemos los abogados”, resume.
Propio patrimonio
Detrás del proyecto hay una apuesta personal y económica considerable. “El congreso cuesta mucho dinero, que adelanto de mi bolsillo, jugándome mi patrimonio para que se vendan las entradas”, admite. Las ayudas institucionales —principalmente del Cabildo de Tenerife— llegan a posteriori. “Me cubre justo los gastos. Por eso es tan importante que la gente participe”.
Las entradas, con precios entre 60 y 99 euros, -cidd-congresointernacionalderechodeportivo.com- buscan abrir el evento a distintos perfiles. El aforo pasa este año de 120 a 400 personas. “Espero llenarlo. La primera edición fue en el Hotel Escuela; ahora damos el salto al Auditorio. Es un paso enorme”, dice llena de energía.
La organización también ha cuidado los detalles logísticos. Gracias a un acuerdo con la aerolínea Binter, los asistentes peninsulares tendrán descuentos en sus vuelos. “Queremos facilitar que venga gente de fuera. Este congreso es para todos los que creen en un deporte más profesional, más protegido y más justo”.
Más que leyes, cultura deportiva
El Congreso Internacional de Derecho Deportivo no es solo una cita técnica. Es también un reflejo del momento que vive el deporte: la búsqueda de profesionalización, igualdad y sostenibilidad. En ese contexto, la figura de Tania Tejeira simboliza una nueva generación de juristas capaces de combinar conocimiento, comunicación y propósito.
Su lema lo resume todo: “El jugador debe centrarse en jugar, y las demás batallas las ganamos nosotros”. Pero también, detrás de esa frase, hay una reivindicación más profunda, que el derecho deportivo se entienda como parte esencial del desarrollo de la industria.
Justicia
Porque, como dice ella, “la industria del deporte mueve muchísimo dinero, pero aún falta prevención legal. Falta cultura jurídica”. Y esa cultura, sostiene, solo se construye con formación, colaboración y espacios de debate como el que este mes convertirá a Tenerife en el epicentro del derecho deportivo internacional.
El crecimiento del deporte moderno exige nuevas reglas, no solo en el terreno de juego. El derecho deportivo ya no es una rama marginal, sino un pilar que define el presente y el futuro de clubes, federaciones y deportistas. Que un congreso así nazca y crezca en Canarias —desde el esfuerzo individual de una joven abogada que decide arriesgar su propio patrimonio por profesionalizar el sector— dice mucho más de lo que parece.
En el fondo, este encuentro no solo trata de leyes, sino de responsabilidad, identidad y futuro. Y quizá ese sea el mayor valor de todo: que el deporte, entendido en su sentido más amplio, también necesita justicia.
