El vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso, confirmó este miércoles que la isla renuncia a albergar una etapa de la Vuelta Ciclista a España debido a la imposibilidad de asumir en solitario los costes del traslado de la prueba a Canarias.
Según explicó, la decisión se produce después de que el Cabildo de Gran Canaria se desmarcara del proyecto, lo que hacía inviable la financiación prevista inicialmente entre ambas islas y el Gobierno de Canarias.
Coste del proyecto
Afonso señaló que el planteamiento original contemplaba que la Vuelta pasara por Gran Canaria y Tenerife en la edición de 2026, con un coste logístico estimado de siete millones de euros. La idea era repartir esa cantidad entre los dos cabildos y el Ejecutivo autonómico.
Sin embargo, sin la aportación grancanaria, “no va a ser viable”, indicó. “Cuando una de las tres patas se cae, las otras dos tenemos muy complicado hacernos cargo de la financiación”, añadió el vicepresidente insular.
Afonso desvincula la renuncia de la polémica
El dirigente tinerfeño insistió en que la renuncia no está relacionada con la polémica generada este año por la participación del equipo patrocinado por Israel, que provocó tensiones políticas y sociales durante la competición.
Afonso aseguró que “no ha habido ningún cambio de criterio” en Tenerife y explicó que han cambiado tanto las circunstancias deportivas del equipo como la situación geopolítica que alimentó aquella controversia.
Circunstancias distintas
“Ha cambiado la situación geopolítica, afortunadamente, aunque no es la que todos deseamos”, afirmó. También “ha cambiado el criterio de participación del equipo patrocinado por Israel”, por lo que, según dijo, la renuncia responde únicamente a motivos económicos y logísticos.